El trabajo siempre paga y más cuando no falta el sacrificio y la constancia. La churriega Rocío Rojas volvió a sonreír en la pista después de conquistar con su club, el Costa del Sol Málaga, la Copa de la Reina. Un título más para la joven jugadora de balonmano que se ha sobrepuesto a una dura y larga lesión de rodilla que la mantuvo en el dique seco durante muchos meses. Además, la miguelturreña fue una de las jugadoras que levantó el trofeo, un gesto que habla muy bien del grupo y de sus compañeras que tuvieron este detalle con ella.
Ahora sí. Rojas no dejó de pelar para levantarse y volver a la cancha con más fuerzas que nunca. Y así ha sido. Además, la jugadora churriega vuelve a sentirse jugadora y a aportar su talento al club malagueño. Fue tal la emoción que Rocío Rojas no pudo mantener las lágrimas cuando fue preguntada en declaraciones posteriores a la finalización del partido.
Mecalia Atlético Guardés (26-33) Costa del Sol Málaga
Exhibición tremenda de las panteras para ganar el cuarto título de la historia del club. Después de una temporada donde hizo triplete y fue la mejor de siempre, estas jugadoras y este cuerpo técnico siguen demostrando sobre la pista que no tienen techo. Campeonas de la Copa de la Reina después de un torneo majestuoso donde fueron muy superiores a sus rivales. En la final arrolló al Mecalia Atlético Guardés (26-33), que poco pudo hacer para contener a las de Suso Gallardo. Un ciclón para volver a ser las mejores. Un día grande para la provincia de Málaga, que ve como uno de sus equipos toca la gloria.
El inicio de partido lo protagonizó Sole López, estratosférica e imparable desde el extremo. Seis goles del avioncito daban las primeras ventajas a las panteras, que ya volaban en Illunbe (3-7). La internacional española estaba infalible. Tuvo un tramo corto de atasco ofensivo el equipo malagueño en pleno despegue, pero lo sostuvo Merche Castellanos, enorme en la portería. 10 paradas al descanso para la manchega, siempre decisiva. Una portera que decide partidos en su área. Ello espoleó al Costa del Sol Málaga, que tomó la pista de despegue definitiva. Doiro hacía daño en ataque y estiraba al descanso (10-14).
Y la salida de las panteras del vestuarios fue impresionante. Olieron la sangre y sacaron el colmillo. Alma de campeonas. Silvia Arderius, que ya repartía, tomó el encuentro por la solapa y comenzó a ver puerta. Ella era la que ponía la máxima, que ya sentenciaba (13-21). Las malagueñas mostraron seriedad y solidez, una competitividad por naturaleza que las caracteriza. Disfrutaron en San Sebastián para llevarse una Copa de la Reina donde fueron las mejores. Sin discusión. El cuarto título para el Costa del Sol Málaga.