La Virgen Blanca procesionó por las calles de Peralvillo como colofón a unos días de fiestas en honor a su onomástica y lo hizo acompañada por numerosos vecinos, además de por el alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, el alcalde pedáneo de la aldea, Felipe Rivas, y de varios concejales del Equipo de Gobierno y de la corporación.
Después de la procesión se repartió el tradicional ‘puñao y limoná’ con aperitivos diversos que pusieron punto y final a las tradicionales fiestas de la Virgen Blanca, evento organizado por el Ayuntamiento en colaboración con la Asociación de Vecinos y Vecinas de Peralvillo.
La pedanía churriega comenzaba sus fiestas en la noche del viernes con una cena fría y una proyección de cine al aire libre. En la mañana del sábado, la Asociación de Cazadores ofrecía un chocolatada y se pudo disfrutar de una comida de hermandad ofrecida por la Asociación de Vecinos de Peralvillo. Los juegos de mesa fueron los protagonistas de la tarde del sábado. Truque, cinquillo, dominio, parchís y un campeonato de dardos, cerrando el día con otra cena fría y karaoke.
Por último, para finalizar la fiestas y en su día grande, la Virgen Blanca recorrió las calles de Peralvillo acompañada por la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Piedad.