Un enfermero natural de Miguelturra, que trabaja en el servicio de Urgencias del Centro de Salud de Madridejos (Toledo), ha denunciado una agresión física y verbal sufrida durante su jornada laboral, ocurrida el pasado domingo. El sanitario ha decidido hacer público lo ocurrido para denunciar una situación que, según afirma, «no es un caso aislado, sino una realidad cada vez más habitual en las Urgencias».
Todo comenzó el viernes anterior, cuando una mujer acudió al centro solicitando que le quitaran unos tapones de cera «porque al día siguiente tenía una boda». El profesional le explicó que ese tipo de procedimiento no se realiza por Urgencias, ya que requiere un tratamiento previo de gotas durante varios días y debe hacerse en una cita ordinaria con su enfermero de atención primaria. Tras recibir dichas indicaciones e insistir, finalmente la paciente se marchó.
Pero el conflicto se agravó el domingo, cuando la misma mujer regresó acompañada por su marido y su hijo, exigiendo que se le quitaran los tapones, alegando dolor e incomodidad. A pesar de las reiteradas explicaciones del enfermero sobre el protocolo clínico y los riesgos de extraer un tapón sin el tratamiento previo, el tono de la conversación se tornó violento.
“El marido empezó a insultarnos, diciendo que éramos unos impresentables, que no queríamos trabajar… Yo le expliqué que estábamos allí para atender urgencias reales, domicilios y avisos. Pero siguió con los insultos”, relata el profesional.
Cuando la familia abandonaba el centro, el marido volvió a encararse con el enfermero. “Salí al pasillo, donde hay cámaras de seguridad. Allí me dio un empujón y me retó a salir a la calle para ‘arreglar las cosas como hombres’”. En ese momento, el agresor se encaró con él, le empujó varias veces con el pecho y llegó a alzar el puño. “Yo pensaba que me iba a matar. No podía hacer nada”, declara.
Según el relato del enfermero, fue el hijo pequeño y la propia mujer quienes trataron de calmar al hombre, que finalmente se marchó, no sin antes lanzar una amenaza velada: “Porque estás aquí, que si estuvieras en la calle otras cosas te pasarían”.
Minutos después llegaron al centro la Guardia Civil y la Policía Local, pero al no haber agresión física con lesiones visibles no pudieron detener al agresor. El enfermero interpuso denuncia formal y notificó los hechos al Sescam.
«Quiero que esto se sepa, porque esto es lo que vivimos día tras día. La gente que realmente está enferma viene y se le atiende con todo el cariño y todos los medios. Pero hay personas que no entienden qué es una urgencia», sentencia.
El profesional también denuncia que en el servicio de Urgencias del centro no hay presencia de vigilancia de seguridad, sólo un médico y un enfermero, lo que deja al personal sanitario completamente indefenso ante situaciones de violencia que cada vez son más habituales.