El recuerdo y la emoción se dieron la mano este 24 de octubre, Día de las Bibliotecas, en la Casa de la Capellanía de Miguelturra, donde el municipio rindió un nuevo homenaje al investigador y humanista Isaías Moraga Ramos, figura muy querida por su pueblo y símbolo de generosidad y amor por el conocimiento.

Desde este día, una de las salas de estudios de la Biblioteca Municipal llevará su nombre, en reconocimiento a su legado cultural y a su estrecho vínculo con Miguelturra. El acto reunió a numerosos familiares, amigos y vecinos, que quisieron acompañar a la familia Moraga en un emotivo encuentro lleno de recuerdos y cariño.

El alcalde, Luis Ramón Mohíno, abrió el homenaje con palabras de agradecimiento y admiración hacia quien calificó como “una figura de una polivalencia total, con una pasión inmensa por la cultura y la ciencia, y una generosidad sin límites hacia su pueblo”. Mohíno recordó que Moraga fue “un investigador de gran calado que, pese a desarrollar su carrera en Zaragoza, siempre llevó a Miguelturra en el corazón”.

El regidor subrayó que este homenaje se suma al realizado el pasado mes de abril, cuando se dedicó uno de los bancos literarios de la Plaza de la Constitución a su memoria. “Isaías tiene desde hoy su lugar en la Biblioteca, que era lo que él más habría disfrutado”, afirmó.

El momento más conmovedor de la tarde llegó con las palabras de su hermana, Carmen Moraga, quien leyó un texto lleno de emoción, amor y verdad. “Fuiste un luchador a contracorriente, valiente y sincero, aunque muchas veces incomprendido”, expresó con la voz entrecortada. Recordó también su pérdida, en marzo de 2012, y la huella que dejó en todos los que lo conocieron: “Te marchaste demasiado pronto, pero tus cenizas reposan aquí, en tu pueblo, junto a nuestros padres”.

Visiblemente emocionada, Carmen concluyó con una frase que arrancó el aplauso de todos los presentes: “Cuando se me acabe la vida, te buscaré para compartir el infinito”.

El acto culminó con el descubrimiento de la placa conmemorativa, a cargo de Luis Ramón Mohíno y Carmen Moraga, que quedará instalada de forma permanente en la sala de estudio de la Biblioteca Municipal. Una manera simbólica y profunda de mantener vivo el legado de Isaías Moraga, un hombre de ciencia y letras, pero sobre todo, un miguelturreño orgulloso de sus raíces y generoso con su pueblo.