Miguelturra y Ciudad Real están hoy un poco más cerca. La histórica reivindicación de unir ambos municipios de forma segura a pie y en bicicleta es ya una realidad tras la inauguración oficial de la nueva pasarela ciclopeatonal, una infraestructura emblemática que salva la barrera de la autovía A-43 y refuerza los lazos sociales, económicos y cotidianos entre dos localidades que, juntas, suman cerca de 100.000 habitantes. Esta obra supone un paso decisivo hacia una movilidad más segura, sostenible y cotidiana entre dos localidades profundamente interrelacionadas.
El acto institucional estuvo presidido por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, acompañado por el alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno López. Junto a ellos, participaron el vicepresidente segundo del Gobierno regional, José Manuel Caballero; el consejero de Fomento, Nacho Hernando; la delegada de la Junta en Ciudad Real, Blanca Fernández; el subdelegado del Gobierno en la provincia, David Broceño; el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares; la directora general de Transportes y Movilidad, Lucía Balmaseda; y el director-gerente de Infraestructuras del Agua, Rubén Sobrino, entre otras autoridades.
La comitiva visitó en primer lugar la pasarela, destapando una placa al inicio de la rampa en el lado de Miguelturra y recorriendo parte de la misma. Incluso un grupo de ciclistas de una peña de la localidad churriega quiso asistir al estreno de esta infraestructura, siendo los primeros en cruzar completamente la pasarela tras la inauguración de la misma.
El acto tuvo además un marcado carácter simbólico con la presencia de todos los alcaldes y alcaldesas que ha tenido Miguelturra en democracia: Román Rivero, Victoria Sobrino y Laura Arriaga, así como exalcaldesas de la capital, Pilar Zamora y Eva María Masías, evidenciando el consenso político e institucional que ha acompañado este proyecto desde su gestación.


Un puente con una fuerte carga simbólica
En su intervención, Emiliano García-Page destacó que la pasarela no es fruto de la casualidad ni de la “lotería”, sino de mucho esfuerzo, constancia y compromiso político. Subrayó la enorme carga simbólica de una infraestructura que responde a una demanda social muy clara y recordó que la relación entre Ciudad Real y Miguelturra es una de las más evidentes y necesarias en Castilla-La Mancha.
El presidente regional definió la pasarela como un puente con una enorme utilidad práctica, especialmente para peatones y ciclistas, y la contrapuso a los discursos excluyentes al afirmar que “es exactamente lo contrario a un muro”. En este sentido, apeló a la necesidad de liderazgos que unan, insistiendo en que la coherencia y el cumplimiento de la palabra dada son valores imprescindibles para fortalecer la democracia y la confianza de la ciudadanía en las instituciones.
El valor político del cumplimiento
A continuación, José Manuel Caballero reconoció que no se trataba de una obra sencilla ni barata, pero defendió que infraestructuras como esta reflejan los valores políticos del “hormigón”. En primer lugar, la humanización, al facilitar que la ciudadanía pueda desplazarse de forma segura y estrechar aún más las relaciones entre ambos municipios. En segundo término, el cumplimiento de la palabra dada, recordando que este proyecto figuraba en programas electorales anteriores y ha sido capaz de superar legislaturas y colores políticos.
Caballero incidió en que cumplir los compromisos adquiridos es fundamental para recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones, y destacó además el valor de pertenencia a Europa, subrayando que la financiación europea permite llevar a cabo proyectos transformadores como este en un contexto de creciente cuestionamiento del proyecto comunitario.

Una reivindicación hecha realidad
El turno de palabra correspondió después al alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, quien calificó la jornada como “un día importante” y expresó su satisfacción por la culminación de una obra muy esperada por la ciudadanía. Mohíno subrayó que la pasarela “no es solo cemento y acero”, sino la respuesta a una necesidad real de comunicación entre dos localidades que, juntas, suman más de 92.000 habitantes.
El primer edil destacó que esta infraestructura aporta agilidad y seguridad a los desplazamientos, mejora la movilidad diaria y supone un paso fundamental en la mejora de las comunicaciones, una prioridad para el municipio. No obstante, señaló que la pasarela debe ser el punto de partida de nuevos retos, reclamando retomar el proyecto de desdoblamiento de la CM-4174, una vía muy transitada y con elevada densidad de tráfico.
Mohíno tuvo palabras de agradecimiento para los colectivos ciudadanos que impulsaron la reivindicación inicial y para los responsables políticos que supieron ser sensibles a esta demanda, reconociendo el trabajo de Román Rivero, Victoria Sobrino y Laura Arriaga, así como de las distintas corporaciones municipales. Expresó su deseo de que la pasarela sea utilizada plenamente desde el primer día, se integre en la movilidad cotidiana, sea cuidada y respetada, y se convierta en un icono del Campo de Calatrava y un elemento permanente de unión y desarrollo compartido con Ciudad Real.
Un premio para dos ciudades que comparten vida
Por su parte, el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, puso en valor que toda mejora en las comunicaciones genera riqueza, prosperidad y oportunidades para los territorios. Señaló que la pasarela representa una gran ocasión para seguir estrechando lazos entre dos ciudades que comparten tradiciones, fiestas, espacios de ocio, trabajo, relaciones familiares, deportivas y empresariales.
En un tono cercano y simbólico, Cañizares afirmó que “hoy, día de la lotería, a Ciudad Real y a Miguelturra les ha caído un premio”, destacando que esta infraestructura refuerza una convivencia histórica que se ha construido a través de puentes cada vez más sólidos.
Movilidad sostenible y cooperación institucional
Cerró el turno de intervenciones David Broceño, quien destacó la importancia de la movilidad sostenible y la colaboración entre administraciones públicas para hacer realidad proyectos de este calado. El subdelegado del Gobierno subrayó que la pasarela va a transformar la movilidad diaria, facilitando desplazamientos seguros y mejorando de forma directa la calidad de vida de vecinos y vecinas de ambos municipios.
Broceño agradeció de manera expresa el impulso inicial de Victoria Sobrino y Pilar Zamora, cuyo trabajo fue clave para sentar las bases del proyecto, y recordó que la infraestructura ha sido financiada a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España. Un plan que, en Castilla-La Mancha, ha supuesto una inyección superior a los 2.400 millones de euros, beneficiando a decenas de miles de personas, empresas, pymes y entidades.
Una infraestructura clave
La nueva pasarela, que cruza sobre la A-43, ha contado con una inversión superior a los 7,5 millones de euros, con financiación procedente en parte de fondos Next Generation. La estructura dispone de un tramo colgante de 153 metros y dos rampas de unos 130 metros en cada extremo, permitiendo un uso cómodo, accesible y seguro para peatones y ciclistas.
Con su puesta en servicio, Miguelturra y Ciudad Real dan un paso firme hacia una movilidad más integrada, superando una barrera histórica y consolidando una relación de vecindad que, desde hoy, se puede recorrer también caminando o pedaleando.

