Los scouts son un tópico y objeto de desconocimiento para mucha gente en España. El concepto que se tiene de este movimiento es el que las películas americanas reflejan: venta de galletas, fundir malvavisco en el fuego de una hoguera, personas asociales y, por supuesto, la errónea denominación de ‘Boy Scouts’. No hay mejor manera de entender qué es este movimiento y qué supone para la sociedad que explicarlo a través de los testimonios de cinco personas que lo conocen de primera mano.
Este lunes 22 de febrero se celebra el Día del Pensamiento Scout con motivo del nacimiento de su fundador, Baden Powell, y el de su esposa, Lady Olave. El movimiento scout o escultismo es la asociación juvenil más grande existente en el mundo, está presente en más de 163 países y está conformado por alrededor de 60 millones de scouts, jóvenes y adultos, niños y niñas. Existen grupos scout pertenecientes a MSC (Movimiento Scout Católico) y a ASDE (Asociación de Scouts De España). Dentro de este último se encuentra el Grupo Scout Siles 361, en la capital de la provincia de Ciudad Real.
El Grupo Scout Siles lleva operativo desde 1978 en Ciudad Real. Con el paso de los años, el número de personas que lo forman ha ido aumentando progresivamente hasta alcanzar las 117 que integran el Siles hoy en día. Desde su fundación, realiza sus actividades en la ciudad de forma ininterrumpida.
Las cinco personas entrevistadas forman o han formado parte del grupo Siles y son las que explicarán qué son los scouts a través de sus propias palabras. No obstante, se harán pequeñas anotaciones de aquello que lo precise para un mejor entendimiento.
Si tuvieras que explicarle a alguien que nunca ha oído hablar del movimiento qué son los scouts, ¿cómo lo harías?
Manuel Risco, 16 años en el G.S. Siles 361. “Lo primero sería decir que es inexplicable, porque es la respuesta más sincera que se puede dar, pero voy a intentarlo. Para empezar, cada persona lo vive un poco a su modo, cada grupo es distinto y cada generación con la que coincides es distinta. En mi caso, fue encontrar a gente que me iba a aceptar hiciera lo que hiciera. Es una oportunidad de crecer como persona y vivir experiencias que no vas a vivir de otra manera y encontrarte con gente con la que al final convives, y eso es maravilloso”.
Eva Rivera, 9 años en el G.S. Siles 361. “A rasgos generales, es educar para formar una mejor sociedad, pero adaptándolo a las diferentes edades a través de juegos, de campamentos, convivencias y festivales, de relacionarse con gente de fuera de tu zona de confort. Para mí, los scouts son mi segunda familia con todo lo que conlleva. Es decir, me han educado, he aprendido y ahora estoy educando yo, es algo que se retroalimenta pero todo es bueno. Es un lugar que se siente como casa, vas a estar bien estés con con quien estés, incluso con personas que de primeras no casas o piensas que no te vas a llevar tan bien. En ese ambiente existe esa hermandad que creo que es lo que lo caracteriza y cualquier persona que sea scout lo corrobora”.

¿Qué cosas enseñan los scouts que todo el mundo debería integrar en su vida independientemente de formar parte de ellos o no?
Jaime Galache, 6 años en el G.S. Siles 361. “Una cosa muy importante es que te enseñan muchos valores desde pequeño. Normalmente son cosas que no te planteas hasta que eres mayor y piensas: igual me hubiera venido bien saber todo esto. Enseñan desde la igualdad de oportunidades, buscarte la vida, supervivencia y muchas actividades en la naturaleza. Hay niños y niñas que aunque no estén en los scouts, por unas razones o por otras, las viven, pero hay otros que no, esto se está perdiendo”.
Manuel Risco. “Lo principal es la convivencia. Es algo que ves en el día a día y muchos no saben convivir con el resto de personas. Convivencia con el prójimo, desconocido o conocido, amigo o no. La frase “dejar el mundo en mejores condiciones de como lo encontramos” es el eje principal en torno a la que gira el escultismo. Una cosa que aprendí, a lo mejor un poco tarde, es el servicio, en el sentido de estar atento a aquellas cosas en lo que puedo ser útil y ayudar y poder hacerlas a tu manera. Cuando lo asimilas está en el día a día, está en el papel que te encuentras en el suelo y lo tiras a la papelera, por ejemplo”.
¿Qué te ha enseñado el movimiento scout o qué facetas tuyas has mejorado gracias a ellos?
Jesús Casas, 1 año y medio en el G.S. Siles 361. “Me ha ayudado a mejorar mi capacidad de dar respuesta a diferentes situaciones, ya sean debates, conflictos o problemas. Me ha regalado mucha ilusión por las nuevas generaciones que vienen porque cosas que yo he adquirido o aprendido de mayor lo veo ya en niños de 10-11 años. Esto me da mucha ilusión y esperanza de lo que viene”.
Daniel Fernández, 7 años en el G.S. Siles 361. “Me han ayudado a mejorar en varios aspectos de mi vida. El entorno que se crea en el mundo scout me ayudó mucho porque conoces a gente diferente que tiene un mismo objetivo y se consolida un grupo de amigos. También me ayudó a ser más sociable, a darme cuenta de cosas mías de las que yo no era consciente, a solucionar problemas de aceptación conmigo mismo, me abrió la mente a nuevas ideas”.
¿Qué experiencia has vivido en el escultismo que crees que no hubieras podido vivir de ninguna otra manera?
Jesús Casas. “Nada de lo que he vivido en los scouts creo que lo hubiese podido vivir de otra manera, porque es un ambiente muy distinto. Puedo haber vivido cosas parecidas, pero para nada lo mismo. Mi vida no sería ahora tan rica si no me hubiese topado con ellos”.
Manuel Risco. “Creo que todas porque el contexto es diferente y cambia totalmente la situación. Al final los scouts te permiten alejarte de tus problemas, de tu rutina y de tu vida habitual. Todo lo que vivas en ese contexto de convivencia, familia y alejarte de tu rutina crea un ambiente en el que cualquier cosa que vivas y, por muy cotidiana que sea, ya es distinta. Entonces, todo lo que vives en los scouts es diferente a lo que vives fuera de ellos”.
¿Ha habido algún momento en el que sintieras un fuerte sentimiento de familia dentro de tu grupo scout?
Jaime Galache. “Los mayores sentimientos de familia los he vivido en los raids* después de un día durísimo, sucios y cansados. Hay quienes no pueden seguir y que se vuelven al campamento y otros que tienen un montón de ampollas en los pies. Por las noches, aunque sea durmiendo en un refugio o en un pabellón abandonado, surge un sentimiento de familia. Nos apoyamos y animamos entre nosotros para levantarnos al día siguiente a las cinco de la mañana. Te levantas con sueño, pero nunca triste».
* Los raids son rutas que se hacen durante el campamento de verano de la primera quincena de agosto. Los días de ruta varían en función de la edad, los más pequeños se van una tarde a dar un tranquilo paseo, mientras que los más mayores están cinco días de caminata.
Manuel Risco. “En cada campamento de verano, que es el momento donde más hermandad se crea porque estás 15 días conviviendo con las mismas personas y creas ese sentimiento de familia sí o sí. Pero el momento en el que fui más consciente de ese sentimiento de familia fue en mi último campamento de verano, que llegue un par de días más tarde. Llegar y verlo todo montado, los niños jugando, cada sección con su actividad… En definitiva, ver el campamento en movimiento y en su rutina habitual pero desde fuera, porque acababa de llegar y eso nunca me había pasado, siempre había formado parte del paisaje, por decirlo así. Llegué y pensé: ya estoy en casa, ya estoy aquí, ya estoy bien”.

¿Qué sensación tuviste tras tu primer campamento de verano?
Jesús Casas. “Una mezcla de alegría y tristeza. Mi corazón me decía que yo tenía que seguir ahí y que después de probar eso no podía irme a mi casa sin más, pero a la vez mi cabeza me decía: cómo vas a meterte ahora tan mayor y viviendo fuera. Pero no quería que solo fuera un paréntesis en mi vida, sino el inicio de una nueva etapa”.
Eva Rivera. “Euforia porque había vivido muchas cosas nuevas, veía que estaba completamente integrada en un grupo de gente muy diferente que yo no me esperaba y simplemente quería más, estar más tiempo con ellos y más tiempo haciendo actividades”.
¿Qué sentimiento prevalece ahora que no se pueden hacer reuniones presenciales ni campamentos y acampadas?
Jaime Galache. “Prevalecen los recuerdos de lo que ya hemos vivido porque queremos volver a repetirlo. Una persona que se meta ahora en el grupo es normal que no tenga esa motivación, pero la mayoría de los que estamos en el grupo seguimos adelante por los recuerdos, que nos motivan para volver a tener la oportunidad de poder crear recuerdos nuevos».
Eva Rivera. “Ahora siendo scouter prevalece el sentimiento de querer que mis niños se lo pasen bien, no se desvinculen del movimiento y que sigan aprendiendo a la vez que disfrutan. Antepongo, y creo que todos los scouters lo hacemos, el bienestar de los educandos”.
La última pregunta que se les planteó a cada uno de los entrevistados por separado fue: ¿Cómo resumirías los scouts en tres palabras? Se quedaron en silencio tras oírla y se tomaron unos minutos para elegir bien las palabras que resumen lo que para ellos son los scouts. Finalmente, las que seleccionaron fueron las siguientes: necesarios, infravalorados, recomendables, oportunidad, convivencia, servicio, familia, valores, cambio, libertad, vida, diversión y hogar. En definitiva, eso son los scouts.