La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia los problemas que sufren a diario docentes y alumnos de los CEIP Dulcinea del Toboso y Ángel Andrade de Ciudad Real. Una situación que llevan soportando desde hace más de un año, cuando se iniciaron las obras de reforma del edificio que comparten ambos centros educativos. Desde entonces, los 28 docentes que integran la plantilla de los dos colegios y los alumnos de doce aulas de Primaria (seis de cada uno) se encuentran reubicados en un mismo centro, concretamente, en el antiguo CEIP Juan Alcaide de la capital y en aulas prefabricadas instaladas en los patios. «Estaba previsto que las obras terminasen el primer trimestre del curso pasado y a día de hoy todo está paralizado», lamenta la responsable provincial de CSIF Educación, Rocío Romero.
A la falta de espacio que existe, se suma también la inseguridad, lo que redunda en la calidad de la enseñanza. «Estas instalaciones, que estaban siendo utilizadas antes como oficinas, carecen de biblioteca, gimnasio, espacios para ordenadores y dispositivos para apoyos, tutorías, etc. Para ir al comedor, los alumnos tienen que desplazarse al edificio antiguo que está en obras, haciendo un recorrido por la calle, con el riesgo que ello conlleva», apunta. «En un tiempo en que se le da gran importancia a las nuevas tecnologías y desde la Consejería se potencia la digitalización, los proyectos escolares saludables o la lectura, tenemos dos colegios de la capital que llevan un curso y medio sin instalaciones deportivas, biblioteca o una adecuada conexión a la red», señala la responsable provincial.
Para Romero, la situación es «insostenible». Para cambiar de aula, los docentes tienen que salir a la calle y perder diez minutos entre clase y clase, ya que dos grupos de alumnos de Primaria se encuentran ubicados en barracones en el patio del edificio en obras, lo mismo que los alumnos de Infantil, los cuales están en un anexo de ese mismo centro. «Cuando los especialistas tienen que pasar de una clase de Infantil a otra de Primaria pierden mucho tiempo porque tienen que desplazarse de un centro a otro. Todos, incluidos los alumnos de infantil, se están viendo muy perjudicados con una situación que se está alargando mucho en el tiempo», matiza Romero.
Además, la responsable de CSIF Educación lamenta que desde hace dos cursos los docentes de ambos centros comienzan antes su jornada laboral a fin de facilitar a los padres con hijos en Infantil, poder dejarlos a su hora en el colegio. «Los maestros llegan todos los días más temprano, abren el centro, organizan y recogen a los niños, para que los padres puedan llevar a sus otros hijos a clase. Así llevan dos cursos», critica Romero.
«Es un problema que afecta a más de 300 familias y que no está teniendo la respuesta que se espera por parte de la Administración», apunta CSIF. Desde el sindicato se advierte también que la paralización de las obras ha hecho que descienda el número de matriculaciones en ambos centros. «Muchos padres deciden no inscribir a sus hijos al no poder ver el colegio», apunta la responsable provincial. Por todo ello, desde CSIF se urge a Educación a que reinicie de nuevo las obras y ponga fin, a la mayor brevedad posible, esta situación.