El Ayuntamiento ha convocado un minuto de silencio en las puertas del consistorio para rendir homenaje a las víctimas y familiares de los atentados del 11 de marzo de 2004 (11M) que acabaron con la vida de más de 190 personas.
El 11 de marzo de 2004, Madrid, la capital de España, se vio sacudida por una serie de ataques terroristas que dejaron una profunda huella en la historia del país. Aquel día, diez explosiones ocurrieron en cuatro trenes de cercanías durante la hora punta de la mañana, causando devastación y caos.
Los atentados ocurrieron exactamente tres días antes de las elecciones generales en España, lo que añadió una dimensión política a la tragedia. Las explosiones dejaron un saldo trágico: 191 personas perdieron la vida y más de 2,000 resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad.
Los terroristas utilizaron bombas caseras de alto poder explosivo colocadas dentro de mochilas y maletas que fueron dejadas en los trenes. Este acto fue perpetrado por un grupo extremista vinculado a Al-Qaeda. Las investigaciones posteriores revelaron la conexión con células yihadistas, que llevaron a cabo los ataques como represalia por la participación de España en la Guerra de Irak, liderada por Estados Unidos. Esta conexión con la política internacional añadió una capa adicional de complejidad al ya trágico suceso.
La respuesta del gobierno español y de la sociedad fue rápida y enérgica. Se desplegaron medidas de seguridad adicionales, se intensificaron las investigaciones y se llevó a cabo una extensa cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo. Además, se realizaron manifestaciones masivas de solidaridad y repudio al terrorismo en toda España y en otras partes del mundo.
El impacto del 11M fue profundo y duradero en la sociedad española. Además de las víctimas y sus familias, dejó una marca indeleble en la memoria colectiva del país y suscitó debates sobre seguridad, política exterior y la amenaza del terrorismo global.