El CD Miguelturreño se marcha al parón navideño con sabor agridulce después de no tener una primera vuelta de campeonato satisfactoria. Tal es así que el equipo dirigido por José Vicente Rojas es antepenúltimo de la clasificación con trece puntos en su casillero. Es una cifra que no le permite abandonar los puestos de descenso y le obliga a remontar el vuelo cuando se reanude la competición el 8 de enero.

Los churriegos se encuentran a cuatro puntos de la salvación. Es cierto que todavía queda margen de maniobra porque resta la segunda vuelta del curso, pero el equipo tiene que reaccionar cuanto antes para empezar a escalar posiciones y encarar la recta final de la temporada con menos presión.

El balance hasta la fecha es de tres victorias, cuatro empates y once derrotas. La situación mejoró hace dos semanas donde sumó dos victorias seguidas tras vencer al Motilla CF (2-1) y al Atlético Pedro Muñoz (0-1), y parecía suponer incluso un punto de inflexión. Sin embargo, una derrota en casa ante el peor equipo de la categoría, como es el Membrilla CF (0-1), y otra más a domicilio ante el líder, el Atlético Albacete (2-1) vuelven a poner contra las cuerdas al equipo de Rojas.

La situación es complicada para el club. Y es que si nos fijamos en los 18 partidos que conforman la primera vuelta, el equipo churriego sumó tan solo una victoria en las primeras quince jornadas. Este balance, evidentemente, ancla a los churriegos en la zona roja de la clasificación.

No obstante, el CD Miguelturreño no dejará de pelear por alcanzar la permanencia en el Grupo I de Primera Autonómica Preferente. Tanto cuerpo técnico como jugadores son conscientes de que pueden conseguirlo y se dejarán todo para que así sea.