El Estadio Municipal volvió a vivir este domingo una auténtica fiesta del fútbol base, con el derbi entre los juveniles del CD Miguelturreño y la Escuela de Fútbol Base de Miguelturra, correspondiente a la jornada 10 del Grupo 4 de la Liga Juvenil Territorial. Un duelo especial entre dos equipos que el pasado curso militaban en Preferente y que, tras descender, ahora pelean en la zona baja de la tabla.

El conjunto ‘B’ de la EFB llegaba al choque con el cartel de favorito, respaldado por las estadísticas y lo acontecido en este inicio de liga. Sin embargo, en un derbi churriego nunca hay favoritos y desde el inicio quedó demostrado.

El Miguelturreño salió decidido a mandar, con presión alta y buscando llegar rápido a la portería rival, aunque sería la EFB quien acabaría imponiéndose en la posesión. La primera mitad transcurrió sin ocasiones claras, pero se rompió en una acción polémica: un penalti muy protestado por los jugadores del Miguelturreño que Fernando Núñez de Arenas transformó en el minuto 23, adelantando a los naranjas en el marcador.

Tras el descanso, los blancos movieron el banquillo para refrescar el centro los extremos y el centro del campo, aunque la igualdad seguía siendo la tónica. La EFB Miguelturra parecía tener el partido controlado, pero en el 66 llegó el giro: un error defensivo permitió a Sergio Novalbos firmar el 1-1, desatando los mejores minutos del Miguelturreño. Los blancos aceleraron, generaron varias llegadas claras y estuvieron muy cerca de culminar la remontada, pero les faltó acierto. La EFB, ya descompuesta, solo encontró una última ocasión aislada antes del pitido final.

El marcador no volvió a moverse y el choque terminó con reparto de puntos. Un resultado que, aunque pueda saber a poco para ambos, hizo justicia a lo visto sobre el césped. Un derbi jugado con intensidad, respeto y mucho fair play, que dejó satisfecho al numeroso público que acudió al Municipal.