La noche del Martes Santo dejó en Miguelturra una mezcla de sentimientos difícil de olvidar. Nuestro Padre Jesús del Perdón, imagen titular de la Hermandad del Santo Sepulcro, volvió a encontrarse con su pueblo, aunque fuese por apenas unos minutos. La cofradía pudo comenzar su estación de penitencia tras el parón del año pasado, pero la lluvia volvió a decir “basta” y obligó a dar marcha atrás.

A las 21h en punto, la Ermita de la Soledad abría sus puertas en una salida que se vivió con emoción. Nazarenos, armaos y costaleros daban los primeros pasos acompañados por la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Piedad, que volvió a poner la música en un nuevo Martes Santo. Este año, además, el paso de misterio estrenaba la figura de Claudia Prócula, adquirida el pasado año pero que aún no había tenido la oportunidad de salir a la calle.

Tras la primera revirá, el paso avanzaba con decisión y elegancia por la calle Granada, anunciando lo que podría ser una gran noche. Pero la meteorología volvió a ser protagonista. Poco más de media hora después de iniciarse el recorrido, comenzaron las precipitaciones. Ante la amenaza del mal tiempo, la Junta de Gobierno decidió con responsabilidad regresar a la ermita. Un gesto que fue recibido con respeto por los fieles, que acompañaron a la imagen en su breve pero intenso trayecto de regreso.

Tras una larga chicotá, en la que la cuadrilla mixta dirigida por David Navas tiró de orgullo para presentarse en una mano en las puertas de su ermita, a las 21:45h Nuestro Padre Jesús del Perdón volvía a entrar en su templo, dejando una escena cargada de solemnidad y recogimiento. Aunque breve, la procesión permitió al menos disfrutar del paso en la calle en un año muy especial, en el que se conmemora el 25 aniversario de la llegada de la imagen a la hermandad.

Una noche que quedará marcada por la fe, la entrega y el deseo de reencontrarse con lo que la lluvia no podrá nunca borrar: la devoción de Miguelturra cada Martes Santo a Nuestro Padre Jesús del Perdón.