El PSOE de Miguelturra celebró el pasado viernes 26 de septiembre un acto en apoyo a Palestina, en el que participaron medio centenar de personas a las puertas de la Casa del Pueblo. La convocatoria tuvo un marcado carácter simbólico y reivindicativo, con la lectura de un extenso manifiesto en defensa de los derechos del pueblo palestino y la exigencia de un alto al fuego inmediato en Gaza.
La lectura del manifiesto fue el eje central del encuentro. En él, los participantes denunciaron que “el sufrimiento de la población palestina es insoportable” y condenaron lo que califican como un “genocidio perpetrado por Israel con el silencio cómplice de la comunidad internacional”.
El texto expresó, en primer lugar, el rechazo a los asesinatos y secuestros de civiles cometidos por Hamás en los ataques del 7 de octubre de 2023, pero subrayó con firmeza que estos hechos “no pueden justificar el bloqueo, los ataques indiscriminados ni la invasión de Gaza”.
El manifiesto incidió en la gravedad de la crisis humanitaria, recordando que más de 65.000 personas han sido asesinadas en menos de dos años, entre ellas más de 18.000 niños y niñas, y que el 100% de la población de Gaza vive desplazada y asediada, sin un lugar seguro al que huir. Se destacó, además, el colapso del sistema sanitario —con un 94% de hospitales dañados o destruidos—, la falta de agua, alimentos y medicinas, y el riesgo de hambruna total que, según Naciones Unidas, afecta a más de medio millón de personas.
En el documento también se aludió a las violaciones del derecho internacional humanitario, recordando que el uso del hambre como arma de guerra, los ataques deliberados contra la población civil y el desplazamiento forzoso constituyen crímenes de guerra según el Estatuto de Roma. “El silencio no es neutral, es cómplice”, afirmaron los portavoces del acto, quienes llamaron a la ciudadanía a no aceptar que “la indiferencia y la complicidad se instalen como norma”.
Las exigencias del manifiesto incluyeron un alto al fuego definitivo, la apertura total y sostenida de pasos fronterizos para la entrada masiva de ayuda humanitaria, el restablecimiento del mandato de la UNRWA y de las agencias internacionales sin obstrucciones, así como el apoyo a la Corte Penal Internacional para investigar crímenes de guerra. “La paz no es sólo ausencia de guerra, es justicia, dignidad y derechos humanos”, concluyó el documento.
Tras la lectura del manifiesto, Manuela Cruz puso voz al poema ‘Bajo las bombas’, una pieza literaria que sirvió de homenaje a las víctimas del conflicto y que emocionó al público presente. En sus versos se evocaba la crudeza de la guerra —“bajo las bombas, la vida tiembla en cada esquina; las cunas se vuelven escombros, las escuelas silencio”—, pero también la capacidad de resistencia de un pueblo que “todavía late con esperanza”.
El poema subrayaba la pérdida de la infancia en un escenario de destrucción, aludiendo a los niños que “aprenden demasiado pronto que la guerra no tiene canciones de cuna”. No obstante, en sus líneas emergía también un mensaje de dignidad y esperanza: la idea de que incluso en medio de la devastación “nace una voz que se levanta, la de un pueblo que no se deja enterrar ni por la pólvora ni por el miedo”.
El acto concluyó con varios gestos simbólicos: se desplegaron en la fachada las banderas de España y Palestina, sonó la canción Nana urgente para Palestina de Marwán y los asistentes recrearon con cartulinas de colores la bandera palestina.
La iniciativa contó además con el respaldo de los tres concejales del grupo municipal IU-Podemos, que participaron activamente en el evento y se sumaron a la lectura del manifiesto, reforzando el carácter unitario del acto.
Con este encuentro, Miguelturra se sumó a las voces que, dentro y fuera de España, reclaman un alto al fuego y el fin de la violencia en Gaza, en un contexto en el que el drama humanitario continúa agravándose y las demandas de justicia internacional se hacen cada vez más urgentes.