En la tarde de este lunes 26 de febrero, Cáritas Parroquial inauguró en Miguelturra su nueva sede. Un nuevo espacio, situado en la Plaza de la Constitución junto a Pan Real, que servirá para que esta asociación continúe desarrollando su labor.
El acto contó con la presencia del alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, y del concejal de Cooperación Internacional, Emiliano Domínguez, así como del párroco don José Manuel Llario, la directora de Cáritas en Ciudad Real, María Concepción Aranguren, y la directora de Cáritas en Miguelturra, María Dolores Asensio, además de representantes de las hermandades de la localidad y de diferentes grupos de la parroquia.
José Manuel Llario, párroco de Miguelturra, bendijo esta nueva sede, tras lo que tomó la palabra el alcalde Luis Ramón Mohíno, que destacó que «hoy ese un día feliz para Miguelturra, porque vemos cómo un movimiento tan bonito como el de Cáritas Parroquial sigue aumentando su presencia y mejorando su capacidad de atender a los que más lo necesitan». Mohíno continuaba dando las gracias «a María Dolores y a su equipo por esta apuesta por seguir aumentando y mejorando este servicio que se presta» así como «a la Parroquia como gran benefactor» y se mostraba «muy contento de ver tantas hermandades y cofradías, que son parte fundamental a la hora de la colaboración y de lo que es Miguelturra, que es un pueblo solidario».
Mohíno ponía en valor la labor que desarrolla Cáritas, resaltando que «no es ningún sustitutivo de nada, pero sí que es un complemento imprescindible para muchas comunidades como la nuestra», por lo que «es importante que desde las instituciones estemos en contacto con esta organización, que la escuchemos y la ayudemos siempre que podamos porque la labor que se hace desde Cáritas es fundamental», concluía el alcalde.
A continuación, María Concepción Aranguren, la directora de Cáritas en la provincia de Ciudad Real, afirmaba que esta sede «va a ser la casa de todos, en especial de los más necesitados» y recogía las palabras del alcalde para destacar que Cáritas «es un apoyo para la ciudad». Aranguren hablaba de que «Cáritas no es una ONG, Cáritas no es un grupo de personas que se juntan para dar cauce a su sensibilidad social, no es un grupo de personas que deciden construir una asociación. Tampoco es una parte de la Iglesia, como la catequesis o los matrimonios. No es una empresa de Servicios Sociales ni una entidad que se dedica a practicar la caridad».
«¿Qué es Cáritas?», continuaba Aranguren. «Es la Iglesia en el ejercicio de su amor y servicio a los pobres. Es el lugar en el que el creyente cristiano puede llevar a cabo el amor a los demás, en especial a los más desfavorecidos, a ejemplo de Jesús. Es la comunidad cristiana; no somos unos pocos, sino que somos todos haciendo lo que estamos llamados a ser, que es ser sacramento del amor de Dios para los hombres en medio del mundo. Por eso su presidente no es una persona, sino que es el Obispo de la Diócesis. Porque Cáritas es para la Iglesia el servicio caritativo y social. Es la comunidad de todos los creyentes en Cristo, porque todos estamos llamados a amar y a servir a los demás. Y en especial a los más pobres y desvalidos. Todos estamos llamados a compartir los bienes al estilo e la primitiva comunidad. Y puesto que este servicio responde al carácter sacramental de la Iglesia, de ahí la importancia que tiene el sacerdote, para que no desatienda nuestra institución y porque es él el que visibiliza, anima y encauza la acción caritativa de la comunidad», explica la directora de Cáritas en la provincia.
María Concepción Aranguren insistía en que «Cáritas no puede ser concebida ni vivida como una acción periférica, ni mucho menos como una acción de libre elección en el conjunto de las distintas actividades pastorales», sino que «ha de ser concebida y vivida como expresión y cauce de la caridad, como elemento constitutivo de la misma Iglesia; y la comunidad cristiana debe reflejar, desde Cáritas, su compromiso con los más pobres». Aranguren exponía que Cáritas debe «poner todos los medios a nuestro alcance para que la comunidad cristiana se sienta implicada y partícipe del modo más responsable y activo posible».
Aranguren finalizaba con una cita de María Teresa de Calcuta: «No hay mayor pobreza que no conocer a Jesucristo». «Por tanto, tenemos la ‘obligación’ como creyentes de servir a los más necesitados y tenemos que potenciar al máximo la implicación de nuestra comunidad en el ejercicio de la caridad», concluía.
Por último, María Dolores Asensio, directora de Cáritas en Miguelturra, daba «gracias a Dios por este nuevo espacio que tenemos» que «puede ser mejor para atender a los que participan con nosotros, a la gente más vulnerable». «Un sitio digno donde acogerles y donde acompañarles», continuaba. Asensio continuaba agradeciendo al Ayuntamiento, «que colabora con nosotros a nivel de servicios sociales». Y es que, «como ha dicho Luis Ramón, no pretendemos ser sustituto de nadie, somos complemento», añadía.
La responsable de Cáritas en la localidad indicaba que la asociación «también tiene presencia en el Consejo de Cooperación Internacional y también podemos ayudar a gente de otros lugares que para su desarrollo también necesitan esta ayuda». Por último, María Dolores Asensio daba las gracias a la parroquia y a María Concepción Aranguren por su presencia en esta inauguración, así como a las personas que se han integrado en el equipo de voluntarios de Cáritas además de «a las hermandades y a todos los grupos de la parroquia que siempre han estado ahí en las campañas que hemos planteado, sobre todo en Navidad».
«Gracias sobre todo a la gente que con su donativo, haciéndose socio y colaborando hace posible que nosotros podamos gestionar esta labor de acompañamiento a los que lo necesitan», concluía Asensio.