La Plaza de la Constitución volvió a llenarse de música y emoción en la noche de este pasado sábado 21 de junio, con motivo del tradicional Concierto del Solsticio de Verano de la Banda Sinfónica de Música de Miguelturra. Una cita especial, marcada por el recuerdo y homenaje a Julián Labrador, flautista de la formación recientemente fallecido, y que además coincidía con la celebración del Día Europeo de la Música y la llegada del verano.

El acto comenzó con unas sentidas palabras de Julio Moreno, también flautista de la banda y amigo cercano de Julián, quien abrió el concierto recordando con emoción y cariño la figura del homenajeado: “Julián ha sido un flautista excepcional, pero sobre todo fue un compañero, un amigo y, durante un tiempo, nuestro presidente. Deja una huella imborrable, no sólo en la música que creamos juntos, sino en nuestras vidas”.

El homenaje musical se tradujo en un repertorio que propuso un viaje sonoro por distintos rincones del mundo. El concierto se inició con la obra ‘Antártida’, seguida de ‘El Ciclo de los Ríos’, y continuó con otras piezas que invitaban a la audiencia a dejar volar su imaginación a través de paisajes musicales que evocaban la cordillera de los Andes, el desierto de Oregón y otros entornos naturales de distintas partes del planeta.

El director titular de la banda, José Manuel García Pozuelo, también tomó la palabra para reconocer el valor humano y musical de Julián Labrador: “No tuve la suerte de compartir mucho tiempo con él, pero lo poco que lo conocí siempre tuvo un gesto amable conmigo. Este concierto va por él”.

A pesar de algunos problemas provocados por el viento, que ponían en aprietos las partituras, la velada transcurrió con la magia de la música como hilo conductor de un homenaje sentido, sincero y lleno de gratitud.