Durante la madrugada del viernes 2 al sábado 3 de mayo, varios cascotes de la fachada de la Fábrica de Harinas, edificio histórico situado en el número 1 de la calle Botija, se desprendieron y cayeron a la vía pública, generando gran preocupación entre los vecinos y vecinas de Miguelturra. Fue precisamente el vecindario quien, al percatarse del suceso, dio aviso a la Policía Local, que procedió a acordonar la zona para evitar posibles daños personales o materiales.
Ya durante la mañana del sábado, el propietario del inmueble acudió junto a varios operarios y una grúa para evaluar los daños. Según confirmaron desde el Ayuntamiento, lo que realmente se había derrumbado era parte del techo, lo que a su vez provocó graves daños en la fachada, que en su mayoría se desplomó hacia el interior del edificio. Ante la gravedad de los hechos, técnicos del Ayuntamiento se personaron en el lugar para valorar lo sucedido y elaborar un informe técnico, que determinará las actuaciones que deberán acometer los propietarios.
Y eso que desde el Consistorio recuerdan que la fachada de la Fábrica de Harinas está incluida en el Plan de Ordenación Municipal (POM), lo que significa que forma parte del catálogo de bienes protegidos de Miguelturra. Cuenta con un nivel de protección parcial, por lo que la propiedad está legalmente obligada a su conservación.
En consecuencia, según explican fuentes municipales, la fachada deberá ser reconstruida por los propietarios, y se deberán ejecutar todas las obras necesarias para garantizar la seguridad, estabilidad y conservación del edificio. Además, al tratarse de un bien protegido, la licencia de obra deberá contar con el informe favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.