En la tarde de este domingo 25 de febrero, la imagen de Nuestro Padre Jesús en su Flagelación debía recorrer las calles de Miguelturra con motivo del Vía Crucis de la Asociación de Hermandades, que desde 2020 se desarrolla el segundo domingo de Cuaresma. Pero justo a las 20:15h y cuando la cruz de guía ya estaba en la calle, la lluvia hizo acto de presencia, obligando a realizar el Vía Crucis en el interior de la ermita del Santísimo Cristo de la Misericoria.
Una ermita que se llenó de fieles y cofrades de la localidad, que rezaron las 15 estaciones del Vía Crucis. Y es que un total de 27 grupos iban a participar en el cortejo: los grupos de catequesis de niños y jóvenes así como de adultos, los coros, las hermandades de Gloria, las hermandades patronales y las de Penitencia… además de asociaciones como Cáritas y Manos Unidas.


Minutos antes de que la lluvia impidiera a ‘El Atao’ presidir este Vía Crucis por las calles de Miguelturra, el hermano mayor de la Hermandad el Gran Dolor, Fernando Espinosa, resaltaba que este acto era «muy especial» ya que coincide con el año en el que la cofradía celebra el 50 aniversario de su fundación. «Va a ser un año bastante especial que hoy empieza y esperemos que salga todo bien», continuaba Espinosa.
Y es que la hermandad del Gran Dolor al completo se volcó con este acto, que prácticamente da inicio a la Cuaresma en Miguelturra una vez finalizado el Carnaval. «Ya hemos cambiado el chip. A partir de ahora, esto es un no parar», comentaba el hermano mayor.
Un 50 aniversario que la hermandad celebra en este 2024 y en el que pretenden celebrar «diverso actos a lo largo de todo el año y que sea un año muy especial». «Queremos hacer algún evento importante para premiar a personas que han sido importantes en la Hermandad a lo largo de estos 50 años. Hacer también cultos, como es obvio. Y, si todo sale bien, intentar que haya una salida extrarordinaria con nuestra titular», explicaba Fernando Espinosa.
Por su parte, Antonio Arenas, presidente de la Asociación de Hermandades de Miguelturra, resaltaba que «aunque es un acto joven», ya que «la primera vez que pudimos ver este Vía Crucis en la calle fue en el año 2020», sin duda «se ha convertido en uno de los actos centrales dude nuestra Cuaresma y de todas las hermandades en general». Arenas ponía en valor la alta participación en este acto. Y es que, «aunque el tiempo no nos acompaña como quisiéramos» -un tiempo que finalmente obligó a suspender el Vía Crucis por las calles de Miguelturra-, la gente tiene ganas de cofradías.



La Cuaresma viene cargada de actos en Miguelturra, ya que «durante los fines de semana prácticamente todos los días hay algo». Una Cuaresma «que ha crecido en cantidad y en calidad de actos». En definitiva, «una cuaresma intensa la que nos espera por delante».
Arenas finalizaba poniendo en valor que este «es un año importantísimo parar la Hermandad del Gran Dolor». Un aniversario que, «de alguna forma, empieza con este acto», concluía el presidente de la Asociación de Hermandades.
En el año 2020, la imagen de la Oración en el Huerto presidía este Vía Crucis. En el 2022, tras el parón obligado por la pandemia, Nuestro Padre Jesús Nazareno hacía lo propio recorriendo las calles de Miguelturra. Sin embargo, el pasado año, la lluvia fue también protagonista, impidiendo que el Santísimo Cristo del Amor -junto a Nuestra Señora de las Angustias- saliera a la calle. Este domingo, de nuevo, la lluvia se hizo presente para impedir a Nuestro Padre Jesús en su Flagelación presidir el Vía Crucis de la Asociación de Hermandades. Habrá que esperar un poco más para disfrutar de las cofradías en la calle…





