Miguelturra ha vuelto a rendirse ante una de sus citas más queridas del verano: las fiestas del Barrio Oriente, que este domingo por la noche bajaron el telón con la emotiva procesión en honor a Nuestra Señora de la Salud, patrona del barrio. Una semana de música, juegos, tradición y convivencia que concluyó, como de costumbre, con la Virgen recorriendo las calles de este añejo barrio churriego.
La Virgen salió desde su ermita arropada por una comitiva multitudinaria que unía a vecinos, devotos, autoridades locales y representantes de todas las hermandades de la localidad. El alcalde, Luis Ramón Mohíno, y la concejala de Festejos, Carmen María Mohíno, encabezaron la delegación institucional, junto a miembros de la Corporación Municipal. La Banda de Música de San Pantaleón de Picón fue marcando el paso solemne de una procesión que recorrió las calles del barrio bajo la cálida luz de las velas y el recogimiento popular.

Con la vuelta de la imagen a su ermita y el estallido final de los fuegos artificiales en las inmediaciones de la Plaza de Toros, se ponía fin a ocho días que han devuelto al Barrio Oriente su identidad festiva más auténtica. Una programación diversa y pensada para todas las edades ha convertido cada rincón del barrio en un punto de encuentro: desde castillos de agua y concursos infantiles, hasta noches de música, tradición culinaria y culto religioso.
Las fiestas arrancaron con fuerza el pasado fin de semana, aunque uno de los momentos más esperados llegaría en la noche del martes, cuando Rafael Sánchez, en calidad de pregonero, tomó la palabra ante una explanada abarrotada. Su discurso, cargado de recuerdos y guiños a la historia del barrio, sirvió de pistoletazo de salida a una edición que también acogió la proclamación oficial de las Damas y Zagales 2025. Este año, los nombres propios que representarán al barrio son Anaís García, Érika López y Mónica Aparicio como damas, y Jairo González, Darío González y Javier Carretero como zagales.
Otro de los momentos más simbólicos de las fiestas tuvo lugar en su ecuador, con la celebración del día dedicado a la mujer del barrio. El Centro Cívico se convirtió en un gran comedor colectivo en el que no faltaron los platos típicos, el ambiente familiar y la compañía institucional, con la presencia del alcalde y de la concejala de Cultura y Festejos.
Así, el Barrio Oriente vuelve a despedirse hasta el año que viene con la satisfacción del deber cumplido, manteniendo viva una tradición que no solo honra a la Virgen de la Salud, sino que refuerza los lazos de vecindad, historia y sentimiento que laten con fuerza en cada una de sus calles.