Con motivo del Día del Libro, este jueves 24 de abril la Casa de Cultura de Miguelturra ha acogido el espectáculo ‘Biblioteca Mágica’, una propuesta educativa y lúdica dirigida a los alumnos de 1º y 2º de Educación Primaria de los centros escolares de la localidad. En dos pases distintos, los más pequeños han disfrutado de un espectáculo que combina la magia con la literatura. El objetivo principal de esta iniciativa es fomentar el hábito lector desde una perspectiva divertida, cercana y alejada de las imposiciones tradicionales.
El Mago Dálux, creador y protagonista del espectáculo, explicaba antes de comenzar la función que su propuesta busca relacionar los libros con emociones positivas: “Es un espectáculo diferente al fomento clásico de la lectura, como el que me daban a mí, que te decían ‘tienes que leer’… No. Al contrario. La dinámica es pasarlo bien con los libros, relacionarlos con el buen rollo y hacer que les apetezca leer”.
Durante unos 50 minutos, la duración aproximada de una clase escolar, los niños han participado activamente tanto desde sus asientos como sobre el escenario, compartiendo experiencias con personajes de libros como ‘Futbolísimos’, ‘Diario de Greg’, ‘Cenicienta’, ‘Pinocho’ o ‘Peter Pan’.
“Trabajamos tanto con libros clásicos como modernos, pero siempre con títulos que los niños leen voluntariamente, no los que les impone el colegio. Deberíamos empezar a cambiar eso”, añadía el mago. En este sentido, reivindicaba una mayor conexión entre los docentes y las lecturas actuales que motivan a los niños, algunos de los cuales, según destacaba, ”ya están leyendo libros de 200 páginas con apenas seis o siete años“.
El espectáculo, con una cuidada puesta en escena y fuerte componente didáctico, forma parte de una línea de trabajo más amplia del artista, quien también desarrolla otras propuestas como espectáculos de Harry Potter, otros espectáculos temáticos de Halloween o Navidad además de otros relacionados con la ciencia e incluso con la alimentación saludable con Willy Wonka como telón de fondo.
“El objetivo es meterle a los niños en el cuerpo el gusanillo de la lectura”, concluía Dálux, que lleva años combinando la ilusión de la magia con el poder transformador de la lectura.