En la tarde del domingo 15 de junio, Miguelturra vivió un emocionante viaje al pasado con el homenaje al Cine Estrella, uno de los espacios culturales más entrañables y recordados de la localidad. El acto, celebrado en el Cine Paz, tuvo como protagonistas a la familia Ramos Dorado, herederos de Ernesto y Julia, propietarios del histórico cine. Un acto impulsado por la Asociación Cinefórum Miguelturra con el apoyo del Ayuntamiento y al que asistieron el alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, y la concejala de Cultura, Carmen Mohíno.
Una cita que congregó a decenas de vecinos y vecinas, amigos y familiares, que no quisieron perderse este homenaje lleno de memoria y emoción. Uno de los elementos centrales fue el recuerdo de la cesión del antiguo proyector del Cine Estrella, que la familia Ramos realizó meses atrás y que ahora puede contemplarse en la entrada del Cine Paz, como símbolo vivo de la historia cultural del municipio.
Durante su intervención, el alcalde Luis Ramón Mohíno agradeció el “acto de generosidad” de la familia Ramos, subrayando el valor simbólico de esa cesión: “Este proyector no es solo una pieza mecánica, es una joya, una obra de arte que nos traslada desde los años 50 a la actualidad y que ahora está accesible a todos los vecinos y visitantes. ¿Dónde iba a estar mejor que en el Cine Paz?”.
El alcalde también quiso destacar el trabajo de la Asociación Cinefórum, que siempre “estira al máximo los recursos” y cuenta “con gente muy comprometida”. “Son esenciales en el tejido cultural de Miguelturra y siempre que podamos, les vamos a acompañar”, manifestaba.
La presidenta de Cinefórum Miguelturra, Esmeralda Muñoz, tomó la palabra para agradecer la implicación de todos los miembros de la asociación en la organización del acto. “Es un homenaje muy merecido. Hace unos años ya hicimos algo similar con el Cine Bárcenas, y es que si en algo ha destacado Miguelturra es en haber sido una localidad con una gran tradición cinematográfica, tanto en invierno como en verano”, recordó. También quiso resaltar la colaboración institucional: “Tenemos que agradecer siempre al área de Cultura y al Ayuntamiento el respaldo que nos dan, porque sin ellos no podríamos llevar a cabo esta labor”.
Uno de los momentos más emotivos llegó con las palabras de Samuel Crespo Ramos, nieto de Ernesto y Julia, que habló en nombre de la familia: “No se trata simplemente de una máquina obsoleta, sino de un proyector que ha sido capaz de proyectar valores, memoria, conciencia, recuerdos… y todo eso se lo debemos a nuestros abuelos”. Samuel concluyó con una reflexión profunda: “Gracias a Ernesto y a Julia, este proyector nos permite no solo educar la mirada a través del cine, sino también el corazón. Creemos firmemente que invertir en cine es invertir en futuro”.
También intervino Rocío Sánchez Ramos, otra de las nietas del matrimonio, quien quiso poner en valor el papel de la familia y los vínculos generacionales. “Ellos aportaron mucho a Miguelturra con su bodega, con el cine de verano…”. Rocío se acordó además de los que ya no están e invitó al público a una reflexión personal antes de disfrutar de una proyección que permitió a los presentes viajar en el tiempo y recordar la historia del cine y lo importante que ha sido a nivel cultural y a nivel social: “Viajen dentro de ustedes y recuerden quién fue la primera persona que les llevó al cine, la primera película que les marcó… esos momentos son parte de nuestra historia”.
Tras la actuación de Samuel al piano, interpretando unas alegrías, el homenaje concluyó con diferentes fotos de familia en la entrada del Cine Paz, sentados en las sillas del antiguo Cine Estrella y junto al proyector cedido por la familia Ramos Dorado, en una jornada donde el pasado cultural de Miguelturra se hizo presente, celebrando la memoria colectiva y renovando el compromiso con la cultura local.