Miguelturra vivió en la noche de este domingo 7 de septiembre el arranque oficial de sus Ferias y Fiestas 2025. Lo hizo con la tradicional ofrenda de flores a la Virgen de la Estrella además de con el acto oficial, en el que, entre otras cosas, tuvo lugar el pregón a cargo de Marcial González, una de las figuras más reconocidas de la vida cultural y social del municipio. El acto, celebrado en la Plaza de la Virgen, congregó a centenares de vecinos y vecinas que escucharon con emoción y atención cada una de sus palabras.
El pregonero se presentó fiel a sí mismo: “churriego de cuna, de cama y, espero que dentro de mucho, del último adiós”, una declaración que resume toda una vida vinculada a su pueblo. Nacido en 1960 en el Barrio Oriente, Marcial ha estado ligado durante más de cuarenta años a la Universidad Popular y las áreas de Cultura y Festejos del Ayuntamiento. Su trayectoria también se ha caracterizado por el impulso al asociacionismo en el ámbito cultural, deportivo y vecinal, y por su pasión por la escritura y el deporte.
El discurso se estructuró en tres bloques, como indicaba su titular: los pregones, las ferias y las tradiciones. Desde el primer instante dejó claro que no quería “pasar por el escenario siendo parte del decorado”, por lo que optó por un tono reivindicativo, consciente de que este pregón era, en sus palabras, el “broche de oro” a toda una vida dedicada a Miguelturra.
Uno de los momentos centrales fue su reflexión sobre las Ferias, sobre las que fue contundente: “aunque los diferentes responsables políticos han intentado cambiar la dinámica, lo que han conseguido es fracasar con todo éxito”. Explicó que la condición de ciudad dormitorio, la celebración en el mes de septiembre, con el cambio de tiempo y el inicio del curso escolar, son factores que dificultan su desarrollo, y aunque se han hecho esfuerzos, el resultado, en su opinión, siempre ha sido el mismo.
Reivindicaciones para la memoria y el futuro
En su pregón, Marcial González también quiso lanzar varios mensajes de reconocimiento. El primero de ellos fue hacia los concejales y concejalas de Festejos de todas las épocas, a quienes pidió valorar por su esfuerzo, recordando de forma especial a Julián Arévalo, el primero que asumió esa responsabilidad en la localidad.
También reivindicó que se reconozca la figura de Román Rivero, alcalde de Miguelturra durante más de tres décadas, como hijo predilecto de la localidad. Para Marcial, su dedicación y su influencia en el crecimiento del municipio merecen este título honorífico.
Por último, propuso que Rafael Sánchez Espinosa sea nombrado cronista oficial de la villa, destacando la labor constante que ha realizado en la recopilación, cuidado y difusión de la historia y las costumbres de Miguelturra.
El pregón estuvo salpicado de recuerdos que despertaron la nostalgia de los asistentes, invitando a rememorar cómo se vivían las Ferias en otras décadas. Como gesto simbólico, la contraportada del pregón mostraba la bandera de Palestina, que permaneció apoyada en el atril durante toda la lectura, reflejando también el carácter reivindicativo del discurso.
Marcial González dedicó sus palabras a las personas más importantes de su vida: a sus hijos, Ramón Darío, Hugo y Héctor; a sus hermanos, Luis Miguel y Toñi; a su pareja Fátima; y a la memoria de sus padres, Ramona y Darío. Pero, sobre todo, tuvo un recuerdo especial para una mujer a la que calificó como “única”: “Se llamaba como nuestra patrona, Estrella, y para ella va este pregón”, afirmó emocionado.
El colofón lo puso la música, con la canción Qué bonitas son las fiestas de mi pueblo, del grupo ‘Puturrú de Fuá’, que sonó tras su intervención y acompañó el aplauso cerrado de un público entregado.