Después de la Navidad, una época marcada por comidas copiosas y excesos, llegan esos intentos por bajar el peso que se haya podido aumentar durante esas semanas festivas. En Diario de Miguelturra hemos hablado con Mari Carmen Mohíno, graduada en Nutrición y Dietética y con un Máster en Nutrición Especializada Comunitaria, para que nos explique cuáles son los errores más comunes que se suelen cometer y cómo abordarlos.
Mari Carmen desarrolla su carrera profesional en su Clínica de Nutrición y Dietética Ekilib de Miguelturra y se encuentra en constante formación para poder darle a sus pacientes el mejor servicio.
Como mencionábamos, las fechas navideñas pueden resultar unas fechas complicadas para aquellas personas que pongan mucha atención a lo que comen. Los excesos más comunes en los que se suele caer son, como recalca Mari Carmen Mohíno, «el dulce, el alcohol y las bebidas azucaradas. Parece que se termina el mundo y hay que comer de todo».
Las comidas copiosas son características de esta época y pueden venir acompañadas de indigestión. «Comemos más de los que nuestro cuerpo está acostumbrado. La única solución sería ir al médico o al farmacéutico para que nos diga algún remedio, pero lo ideal sería no tener que llegar hasta ese punto. Si sabemos que existe algún remedio que nos va a paliar los síntomas de la digestión se va a seguir haciendo.»
La prohibición íntegra de ciertos alimentos durante la Navidad puede jugar una mala pasada. Por ello, Mari Carmen explica: «A mis pacientes no les digo que tengan que eliminar completamente alimentos concretos de su alimentación, les digo que los pueden tomar pero de manera puntualizada y controlada. Si prohíbes a la gente que no pueda comer algo, lo va a comer igual».
Son muchos los errores que se suelen cometer cuando una persona quiere perder peso. Sin duda, uno de los más graves es compensar las comidas. «Si una persona piensa que si come un día mucho lo puede compensar haciendo ayuno al día siguiente es una idea equivocada y que nunca hay que hacer», afirma la nutricionista. La compensación de comidas puede acarrear que «el metabolismo se vea un poco alterado, se produzca ansiedad o, incluso, la pérdida de algunos nutrientes de nuestro organismo», continua Mari Carmen.
«Dejar de cenar, comprar productos light y bajos en calorías y hacer dietas muy restrictivas para perder peso rápidamente» son otras de las equivocaciones que se suelen cometer según la nutricionista. Por otro lado, Mari Carmen declara que «los batidos y las pastillas son sustitutivos de las comidas y su consumo puede conllevar consecuencias negativas para la salud a largo plazo, como la osteoporosis o hipercolesterolemia».
Por el contrario, cuando escuchamos la palabra ‘grasas’ el pensamiento más recurrente que se tiene es que es algo malo para nuestro cuerpo. Sin embargo, existen las denominadas grasas saludables que engloban «el aceite de oliva, frutos secos, aguacate y las grasas de los pescados azules», menciona la dietista. Asimismo, Mari Carmen recalca que «estas grasas se tienen que incluir dentro de un plan nutricional pero en una proporción adecuada».
Internet y el gran avance de las redes sociales son dos elementos que nos permiten, cada vez más, tener acceso a una gran cantidad de información en todos los ámbitos. En el sector de la alimentación y de la nutrición es clave la personalización y la individualización de los planes nutricionales. Es por ello que, si se quiere adelgazar, no siempre se debe hacer caso a la información generalizada. «Hay muchísima información sobre alimentación y nutrición y cada vez aparece una cosa diferente. Hay que basarse siempre en la evidencia científica, es decir, en lo comprobado y lo último que sale porque es lo más actualizado», comenta la dietista.
De este modo, Mari Carmen Mohíno explica: «Primero hay que conocer al paciente y entrevistarle. Si entregas un plan nutricional en la primera consulta cometes un error porque estás dando lo mismo a todo el mundo. Dependiendo de cada persona hay que pautar diferentes cosas para cubrir todas las necesidades».
La clave para mantener una alimentación saludable durante todo el año es crear un hábito. «Al crearse un hábito ya no hay que pensar cómo tienen que comer porque lo han estado haciendo durante todo el proceso», manifiesta la nutricionista.
Una buena alimentación, el ejercicio físico y el bienestar emocional son las tres claves para una buena rutina que se debe prolongar en el tiempo.