Miguelturra termina el 2022 y da la bienvenida al 2023 a lo grande, primero las con las tradicionales «Campanadas Churriegas» que se vienen celebrando desde 1996 y, que desde hace unos años se celebran, en la plaza de España frente al balcón del ayuntamiento. Un evento al que asistieron unas 800 personas. Pero además, la localidad empezó el año con una multitudinaria fiesta nocturna de cotillón en el CERE con un lleno absoluto y más de 1.200 personas.

Así, el último día del año comenzó con las «Campanadas Churriegas» que buscaban recibir el año de una manera particular y en familia, y que estuvo programado por la Concejalía de Juventud, el consejo local de Juventud y que contó con la colaboración de la Asociación Agaroth. También tuvo un gran protagonismo la charanga Alhiguí que desde las doce y media no dejaron de animar a los presentes bajo la atenta mirada de la Policía Local y Protección Civil.

Una estupenda y fría mañana que no impidió a los miguelturreños recibir sus «especiales» campanadas con las uvas que se repartieron en vasos cedidos por la «Asociación Amparo» que defiende los derechos de los colectivos LGTBI y donde además, se entregaron a las personas asistentes 800 bolsas de cotillón.

Ya por la noche, metidos en el 2023, el protagonismo fue para un el cotillón del CERE. El concejal de Festejos, Diego Rodríguez, explica que «uno de los objetivos, es permitir la utilización de un espacio con alrededor de 1.000 metros cuadrados en los que durante todo el año se llevan a cabo diferentes eventos festivos y culturales de toda índole».

Rodríguez señala que este año «se ha retomado esta actividad de la mano de los mismos organizadores que el año pasado, a los cuales ha querido dar las gracias: Peña Los Rocheros, Peña Los Cansaliebres, Essencia Café y Copas, además de Grupo Sacra, por la magnífica organización y colaboración en el primer cotillón del CERE».

El concejal de festejos asegura que la noche ha destacado por la «música, y animación», todo ello en un espacio amplio y diáfano en el que se han establecido todos los protocolos necesarios y en el que no ha habido incidentes reseñables. Así, más de 1.200 personas han disfrutado del fin de año en el CERE, sin que se tengan que desplazar a otras localidades cercanas, con un lleno absoluto. Tanto Diego Rodríguez como los colectivos implicados, han valorado de manera muy positiva la actividad, deseando que llegue la segunda edición.