Febrero es el mes de la música, de los colores vivos, el mes donde lo raro es no ir disfrazado, de no pisar tu casa en todo el día, de comer en los bares al ritmo de los tambores, el de bailar sin parar. Muy pocos en Miguelturra recuerdan un febrero sin su característico Carnaval. Este año, 2021, es el primero en el que la celebración más famosa en la localidad ha tenido que ser suspendida.
El Carnaval guarda gran relevancia para Miguelturra y su gente. Esta importancia tiene su reflejo en el Palacio del Carnaval y en la calle que así recibe su nombre por el que desfilan comparsas y charangas, la Calle Carnaval. Pero sin duda, el mayor ejemplo de la significación de esta festividad es su proclamación como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2018.
El gusto por los carnavales se ha transmitido de generación en generación. Hablar de esta celebración con algún churriego o churriega es una apuesta segura porque para ellos no es tan solo una fiesta.
El Pregón de los viernes marca la casilla de salida de 10 días en los que las calles de Miguelturra se llenan de un ambiente festivo. El nombre del pregonero se difunde de boca en boca entre los vecinos y las vecinas de la localidad, que esperan con impaciencia su llegada para que ponga en marcha la fiesta con su particular discurso homenajeando al Carnaval y a su historia.
La Calle Carnaval y el Parque Doctor Fleming se convierte en el centro de la celebración durante esos días. Son el lugar de reunión por excelencia, donde te encuentras con todo el mundo y a la vez con nadie. Los sitios que dan cabida a personas de todas partes y donde se realizan la mayoría de las actividades programadas.
Las peñas con su orgullo churriego y el trabajo que ponen a disposición de los carnavales junto al Ayuntamiento de Miguelturra amenizan los días y las noches gracias a sus comidas típicas manchegas y organizando los actos más destacados de esos días.
Pronto se dejan ver las primeras máscaras callejeras, la esencia del Carnaval churriego y lo que lo hace diferente a los demás. Disfrazada con ropa vieja, harapos y una careta, la máscara callejera llena de alegría y colorido las calles gracias a sus bromas y desparpajo. Este año la tan oída frase «¿A que no me conoces? » con voz chillona y esperpéntica que es capaz de transportarnos a aquellos días será echada en falta.

Qué sería del Carnaval sin el ocio nocturno. Este es el momento en el que personas de varios municipios de Ciudad Real e incluso de otras provincias se juntan alrededor de la fuente del Parque Doctor Fleming y de los carros de música de los más atrevidos. Si estás perdido y sin rumbo en medio de la multitud sigue a uno de los carros que dejan un rastro de música allá por donde van porque pasarás a estar en el centro de la fiesta.
Desde los más mayores hasta los más pequeños disfrutan de esta festividad como los que más. Los primeros reciben admiración por parte de todos los vecinos y vecinas gracias a la proclamación de las nuevas Máscaras Mayores. De esta manera, dos nuevos miembros se unen a esa gran familia de ilustres carnavaleros. El domingo está marcado por el Carnaval Infantil, donde a los niños y las niñas se les transmite lo mejor del Carnaval, y qué mejor que pasando un día en familia.
Los lunes empiezan de la manera más dulce posible con el tradicional concurso de Fruta en Sartén. Una larga fila de mesas en el parque Doctor Fleming se cubre de barquillos, borrachuelas, roscapiña, flores y rosquillas para que cualquier curioso con intención de probar estos dulces típicos no se quede sin degustar bocado.
Sentimientos de tristeza fingidos y felicidad se mezclan el Miércoles de Ceniza en el particular Entierro de la Sardina. Familiares y amigos lloran la lamentable pérdida mientras bailan al compás de las charangas. Por primera vez, este año el sentimiento de tristeza prevalecerá frente al de felicidad.

Los carnavales alcanzan su culmen de vivacidad el Domingo de Piñata. Las peñas de la provincia de Ciudad Real desfilan por las calles de la localidad dejando ver los trajes y las carrozas que preparan durante todo el año para el tan ansiado día.
Los disfraces, las pelucas más llamativas y la purpurina deberán permanecer en el armario un año más. Pero no os preocupéis porque se volverán a desempolvar. Estos días es importante recordar la frase de la popular canción: lo malo se irá, todo pasará, la vida es una y es un Carnaval.
Emotivo y cierto, todo pasarà y volveremos a tener nuestro carnaval…🎭🎭🎭