“El Cristo de la Misericordia va a salir a la calle”. Esas fueron las palabras de Andrés Moraga, presidente de la hermandad, cuando se cumplían las 21h, hora a la que estaba prevista la salida de la procesión. Todo ello cuando la lluvia, protagonista de la tarde, seguía amenazando con hacer acto de presencia durante el recorrido.
Minutos antes, sobre las 20:30h, las bandas fueron avisadas de que la procesión se suspendía. Si bien, la Banda Sinfónica acudió a la ermita para interpretar un par de marchas. Así, cuando todo estaba preparado para dicha interpretación, Moraga invitaba a los presentes a salir del templo para comenzar la procesión, pues la misma se iba a celebrar con un recorrido más corto: “Damos la vuelta a la plaza y nos volvemos”, era la solución al problema.
Las caras de la gente en la calle eran de no saber lo que estaba pasando; o, aún peor, siendo conscientes de lo que estaba pasando, no entendían la decisión. La lluvia, que en ese momento daba una tregua, podía aparecer en cualquier momento. Y lo hizo justo tras sonar el Himno Nacional de España, momento en el que todo hacía indicar que la imagen del patrón volvería a subir la rampa instalada para la ocasión. Nada más lejos de la realidad.

Y es que, aunque Andrés Moraga afirmó en el altar de la ermita que el Cristo salía “con banda o sin ella”, con los paraguas abiertos y el agua cayendo los tambores de la Banda Sinfónica de Miguelturra comenzaron a sonar. Eso sí, previo aviso de la banda a la hermandad de que mientras lloviera no iba a sonar una nota, dado que los instrumentos (principalmente los de viento-madera) pueden sufrir daños importantes.
Sin nadie en las calles y sin ninguna organización dadas las circunstancias, a la altura de la Plaza ya no había vuelta atrás. La lluvia arreciaba y la banda abandonaba en ese momento el cortejo para refugiarse en la parroquia, mientras las Banderas Gremiales, por su parte, continuaban el recorrido, refugiándose cada vez que podían bajo los balcones para intentar mojarse lo menos posible. El Cristo, rodeado de paraguas, daba la vuelta rápidamente a la plaza para volver a su ermita.

Tras todo este sinsentido y todavía con algunas gotas cayendo, el pirotécnico lanzó la traca justo antes de que el Cristo de la Misericordia subiera de nuevo la rampa de su ermita en silencio, entre tímidos aplausos de los presentes.

Yo no sacaría el cristo es una pena haber salido así
Espero que no haya afectado a la imagen
He estado presente en la procesión y, bajo mi punto de vista, si que había gente por las calles, tanto viendo la procesión desde fuera como alumbrando.
Los aplausos no fueron tímidos, ya que todo el mundo arrancó aplausos una vez entrado el titular.
Por otro lado, pienso que la banda sinfónica pienso que, si comienza la procesión, debe acabarla aunque no se toquen marchas, ya que lo importante de la procesión es el propio cristo y debe estar acompañado por la banda, es una falta de respeto hacia la hermandad irse en medio de la procesión.
En conclusión, es una noticia, por un lado con tonos de falsedad, y con tonos muy subjetivos, notándose el «enfado» por la decisión de la hermandad por parte de un propio miembro de la banda.