El Gobierno de Castilla-La Mancha ha destacado que la Feria Nacional del Vino (FENAVIN) “en esta edición ha rozado la excelencia” y también ha subrayado su capacidad para rentabilizar cada euro público que se invierte en la misma.
Así lo ha manifestado la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, que, junto al presidente de la Diputación, entidad promotora de la feria, José Manuel Caballero; el director de la misma, Manuel Juliá; su coordinador institucional, Gonzalo Redondo; y la delegada de la Junta de Comunidades, Carmen Teresa Olmedo, ha hecho balance de la undécima edición de la feria que se ha celebrado entre el 10 y el 12 de mayo en Ciudad Real.
Blanca Fernández ha destacado que FENAVIN se ha ido superando edición tras edición hasta convertirse en un evento “imprescindible” para el sector y en un motivo de orgullo “y eso es magnífico, “porque FENAVIN ha pasado momentos muy duros”. Y es, que tal y como ha recordado la consejera, en otros momentos la feria fue atacada por el Gobierno del Partido Popular, que la dejó sin financiación e incluso la contraprogramó con otros eventos.
Frente a esto, ha remarcado Blanca Fernández, por primera vez FENAVIN ha contado con el apoyo absoluto de todas las instituciones que tienen algo que decir: la Diputación, como impulsora; la Junta de Comunidades, que desde que gobierna Emiliano García-Page asumió su compromiso con este evento y lo ha mantenido; y el Gobierno de España, que por primera ha apoyado la feria oficialmente.
Casi veinte euros de retorno por cada euro público invertido
En lo que se refiere al balance económico, la consejera portavoz ha destacado que las estimaciones más moderadas y prudentes realizadas por la organización de la feria estiman que ha podido tener, en estos tres días, una repercusión económica de 84 millones de euros, aunque “seguramente sea mucho más, habida cuenta de que se va a producir negocio en las semanas venideras” como consecuencia de los contactos comerciales habidos en la feria.
En resumen, ha dicho la consejera “podemos decir, sin temor a equivocarnos, que cada euro invertido del dinero público se ha multiplicado por 18 o por 20, prácticamente”; lo que es “un magnífico ejemplo” de invertir bien el dinero público.
Por todo ello, Blanca Fernández ha felicitado a la Diputación, encabezada por su presidente, porque “obtener estos resultados en la economía real de la gente, del que tiene un taxi, un bar, un hotel, una bodega o de quien siembra la viña y le dedica toda su alma a ello, demuestra que la política está para algo más que para discutir”.
La portavoz del Gobierno también ha puesto en valor otras cifras, como las relativas a las exportaciones, que el año pasado en Castilla-La Mancha alcanzaron los 700 millones de euros, lo que supone que desde la región se exporta el 23 por ciento de todo el vino de España, es decir, prácticamente uno de cada cuatro litros que se exporta desde el país, se hace desde la región. Además, ha destacado la consejera, “es potentísimo el dato de Ciudad Real porque desde Ciudad Real se exportan 355 millones de euros de vino, y eso significa que uno de cada ocho litros que sale de nuestro país sale de esta provincia, y cada vez con una calidad mejor, más profesionalizado, más sostenible y con mejor imagen”.
La autonomía como elemento transformador
Blanca Fernández también ha aludido a la importancia que ha tenido la autonomía en este proceso transformador que ha hecho posible que Castilla-La Mancha y su ciudadanía tomen conciencia de sí mismas y puedan hacer gala de ser el mayor viñedo del mundo, algo de lo que en los años 80 del siglo pasado “no éramos conscientes”. La autonomía también ha facilitado la creación de las denominaciones de origen, reconocidas dentro y fuera de las fronteras autonómicas como ejemplo de calidad, y la transformación del sector que ha pasado de vender a granel a vender vinos de alta calidad, siendo la región de España que más exporta.
Blanca Fernández también ha aludido a la contribución del sector castellanomanchego a la marca España porque, tal y como ha remarcado, “cada vez que se exporta un litro de vino desde la provincia de Ciudad Real o desde Castilla-La Mancha, se está exportando marca España y, en la medida en que nuestro mercado, nuestros viticultores, nuestras bodegas han ido mejorando a lo largo de los años, la imagen exterior de nuestro país también ha mejorado”.
Por todo ello, la consejera ha afirmado que no se puede renunciar a una apuesta que impulsa la actividad económica diaria de 85.000 viticultores y viticultoras de la región que generan 42.000 puestos de trabajo -directos, indirectos e inducidos-, que supone el 5 por ciento del producto interior bruto regional y que exporta a 150 países del mundo muchos de los mejores vinos del mundo.
“Por eso, FENAVIN merece ser protegida e impulsada y, como dijo el presidente García-Page, FENAVIN se va a blindar a través de la próxima Ley de la Viña y el Vino que vamos a aprobar en Castilla-La Mancha”, ha aseverado la portavoz. Además, Blanca Fernández se ha mostrado partidaria de reconocer en esta ley la capitalidad de Ciudad Real porque el impulso de la Diputación y de la provincia ha sido estratégicos, “no renunciar ni en los peores momentos por apostar por esta feria, ha sido determinante y definitivo para los éxitos que año a año se van arrojando”.
Para finalizar, la consejera ha deseado que la próxima edición de FENAVIN se pueda desarrollar según la planificación de la Diputación, estrenando nuevas instalaciones “para poder tener una feria ya como hace tantos años ambicionamos” y, con ello, “seguir impulsando a nuestros 85.000 viticultores y viticultoras” y poniéndolo en valor “porque merece la pena y hay una magnífica calidad”.