La Universidad Popular presentó el tercer libro de la serie ‘Construcciones que se van’, que lleva como título ‘La Casa de Don Pedro León’. En este acto, celebrado en la Casa de la Cultura y que contó con todas las medidas de seguridad, estuvieron presentes la alcaldesa de la localidad, Laura Arriaga; el concejal de Cultura, Miguel Ángel Ruiz; la monitora del Aula de Estudios y coordinadora de la edición, María del Castillo González; y Covadonga León, propietaria de la casa e hija de don Pedro León. 

En su intervención, Arriaga agradeció a la familia León su colaboración tan estrecha con este libro, que se presentó cuando se cumplía el quinto aniversario del fallecimiento de Pedro León. La alcaldesa de Miguelturra explicaba que “esta casa y su familia han contribuido al patrimonio de nuestra localidad, tanto arquitectónicamente como culturalmente, ya que ha sido una casa donde ha habido muchísima vida social y todo aquello que nos han transmitido ayuda a conservar nuestra historia y patrimonio”.

María del Castillo González explicó cómo en este proyecto han participado unas 20 personas y que las mismas “están muy satisfechas con el resultado, ya que han recibido mucha ayuda de la familia”. “La protagonista de esta tercera edición es ‘La Casa de Don Pedro’ y en esta publicación podemos encontrar dos vertientes: una descripción arquitectónica de la casa y otra de carácter más antropológico, deteniéndonos en la familia León, en algunos de los trabajadores y en los usos y costumbres que tenían”, expuso González, monitora del Aula de Estudios y coordinadora de la edición. También expuso que “además, hay un capítulo muy interesante que se llama ‘El paso del tiempo’ que está apoyado con fotografías antiguas y documentos, tanto públicos como privados, que muestran la evolución de la casa y del urbanismo del pueblo. La última parte está dedicada a la música y sociedad ya que la familia era muy asidua a las reuniones sociales”.

Para finalizar, Covadonga León, hija de don Pedro León, manifestó que su padre era una persona muy especial y explicó el honor que supone que el ayuntamiento se fijara en su casa, la cual Covadonga describe como “nuestra alma mater, donde siempre volvemos, es una casa que tiene alma y donde estamos cogiendo el testigo del trabajo de mi padre”.