Miguelturra celebró esta mañana un acto de profundo simbolismo y gratitud pública al renombrar su Centro Social, situado en la Plaza de la Constitución, como Centro de Día y Mayores Alcalde Román Rivero Nieto. La ceremonia reunió a representantes municipales, provinciales, asociaciones y vecinos para celebrar el legado de quien fuera uno de los alcaldes más longevos de la provincia y una figura clave en la transformación del municipio.
Entre los asistentes se encontraban el propio Ramón Rivero, acompañado por María Emilia Llorca, presidenta de la Asociación de Jubilados y Pensionistas; el actual alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno; el vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero; la exalcaldesa Laura Arriaga; el presidente de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, David Triguero; el delegado provincial de Sanidad, Francisco José García, así como regidores de localidades vecinas e integrantes de distintas formaciones políticas. Una presencia amplia que evidenció la huella de consenso y convivencia que Rivero dejó durante sus décadas de gestión.
Visiblemente emocionado, Román Rivero tomó la palabra para agradecer el gesto del municipio y repasar el espíritu con el que ejerció durante más de tres décadas su labor pública. «En estos momentos no sabes cómo recibir un detalle que tiene el pueblo de Miguelturra, algo que hemos estado ejerciendo para transformar nuestro pueblo», comenzó. «Hemos disfrutado trabajando y creo que la mejor recompensa que se puede tener en política es ir consiguiendo, paso a paso, la transformación y mejora de tu pueblo, conseguir que los miguelturreños vivan cada vez mejor», remarcó.

Rivero destacó el carácter coral de ese progreso, porque «en eso hemos estado trabajando 35 concejales del PSOE y otros 30 concejales del Partido Popular, del Partido Comunista o de la UCD en su momento. Entre todos se hace una labor importante, tanto en la oposición como en el gobierno. El Miguelturra de hoy es fruto de ese trabajo conjunto».
El exalcalde también reivindicó el clima de concordia que marcó su etapa. «Yo estaba obsesionado con que había que llevarse bien con la oposición. ¿Por qué íbamos a llevarnos mal? Después de cada pleno nos juntábamos a tomar unas cañas todos juntos y dejábamos la política dentro del Ayuntamiento», detalló.
Recordó, además, la riqueza ideológica que históricamente ha convivido en el municipio. «En Miguelturra ha habido un abanico político enorme, desde el Partido Comunista a la UCD, el PP e incluso concejales de Falange Española… y la convivencia no se ha roto», expresó.
Sobre el acto que lo homenajeaba, Rivero expresó su gratitud porque «la asociación de jubilados tuvo la propuesta de ponerle mi nombre al centro y aquí estamos. Este centro significa mucho para los miguelturreños y también tiene un vínculo especial conmigo». Tras recordar su trayectoria, «fueron 35, 36 años de gobierno, muchas legislaturas», afirmó que, incluso después de su retirada, el cariño vecinal nunca desapareció. «Aunque dejé de ser alcalde, la convivencia con los vecinos no se ha perdido. Miguelturra tenía 7.000 habitantes y ahora tiene 16.000; muchos son nuevos, pero seguimos manteniendo la relación», recordó.
Para Rivero, la clave está en la vida asociativa del municipio. Ya que «la convivencia en Miguelturra es un ejemplo a seguir porque hemos fomentado el asociacionismo, que la gente se relacione, que trabaje en grupo. Eso fortalece las relaciones sociales».
La voz de los mayores: gratitud y responsabilidad
La presidenta de la Asociación de Jubilados y Pensionistas, María Emilia Llorca, intervino con un discurso emotivo y cercano, fiel a su estilo. «Tengo fama de ser la charlatana de la asociación y os lo voy a demostrar», comenzó entre risas. Recordó el sentido de agradecimiento que guiaba el acto, porque «ser agradecidos es de bien nacidos. Este señor que veis a mi espalda es un churrero más, efectivamente. Pero sabía de unas necesidades, tuvo oportunidad de trabajar para mejorarlas y lo consiguió. Otros no lo consiguen, pero él sí; su truco tendrá».
Llorca evocó la evolución del municipio desde su llegada. «He compartido las situaciones de un pueblo atrasado, casi olvidado, con muchas deficiencias. Y he visto cómo ese pueblo tan perdido iba evolucionando hasta lo que hoy conocemos», explicó. Su mensaje, además, miró al futuro porque «nuestro pueblo es un ser vivo y está en constante evolución. Los mayores hemos cumplido; ahora el presente recae en quienes nos siguen. Tienen el listón muy alto, pero estoy segura de que hay gente capaz y con ganas de continuar levantando el pueblo». Concluyó agradeciendo la presencia de todos y el cariño de la localidad. Y es que «no tengo más que agradecer a Román y al pueblo que me acogió, y pedir que sigan disfrutando de su pueblo», subrayó.
Mohíno: «Construir puentes y reconocer el legado común»
El alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, subrayó la importancia del acto como ejemplo de convivencia democrática. «Hoy damos un reconocimiento a quien fue alcalde desde 1979 a 2015. Es fundamental construir puentes, crear concordia e independientemente de siglas reconocer la gran labor de entrega que ha tenido Román».
Mohíno destacó la transformación vivida por el municipio bajo su mandato. «Recogió una Miguelturra prácticamente sin servicios, muy rural, con apenas 8.000 habitantes, y la convirtió en un lugar del que hoy todos estamos orgullosos».
Y añadió que «intentamos estar a la altura de ese legado, de esa manera de gobernar que convirtió a Miguelturra en la ciudad que es hoy».
Para el regidor, el homenaje tiene un valor especial por celebrarse en vida. «Es fundamental que personas como Román, que está en plenitud y acompañado de su familia, puedan recibir este reconocimiento de manera activa y muy merecida», detalló.
Caballero: «Un transformador de Miguelturra y de Castilla-La Mancha»
El vicepresidente segundo del Gobierno regional, José Manuel Caballero, enmarcó el homenaje en la historia reciente de la autonomía. «Es un reconocimiento muy merecido, que viene de la mano de sus vecinos y demuestra que Román Rivero ha sido un gran transformador de Miguelturra», afirmó. Caballero recordó que su legado trascendió el ámbito local porque «así como mejoró Miguelturra durante 36 años, Román contribuyó de manera decisiva a construir la Castilla-La Mancha de hoy». Y situó su labor en el contexto de los ayuntamientos democráticos. Y es que «los pueblos rurales carecían de servicios y derechos básicos tras la dictadura. Todo eso cambió con la llegada de alcaldes que dieron un paso adelante con absoluta generosidad, que arriesgaron tiempo de su familia y de sus empleos para transformar realidades enteras».
El vicepresidente concluyó subrayando la deuda con aquellos primeros regidores de la democracia. «Hoy tenemos una vida infinitamente mejor que la de nuestros padres gracias a mucha gente, y entre ellos están esos alcaldes y alcaldesas que lo dieron todo por su municipio», subrayó.