El CEIP El Pradillo participa en el concurso de Aquona ‘Mójate por los ODS’ con un vídeo muy emotivo

El CEIP El Pradillo participa en el concurso de Aquona Mójate por los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) con un vídeo muy emotivo y reivindicativo que hace reflexionar sobre la necesidad de cuidad y ser responsables con el agua, el elemento más importante de todos los seres vivos en el día a día. El colegio necesita sumar el mayor número de ‘me gustas’ en el vídeo publicado en YouTube para optar a los tres premios diferentes que hay en juego.

El colegio miguelturreño compite hasta en tres categorías diferentes:

  • Vídeo más votado en YouTube en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.
  • Vídeo más votado entre todos los centros escolares participantes de la etapa Educación Primaria.
  • Premio de calidad otorgado por un jurado

Con este vídeo el CEIP El Pradillo pretende concienciar y comprometerse con la importancia del cuidado del agua y de su uso responsable como eje vertebrados que influye de manera directa e indirecta y se retroalimenta con y el resto de objetivos de desarrollo sostenible. Lo hacemos tanto en el uso del agua como consumidores de ella que somos en nuestro día a día, en nuestra alimentación, salud, bienestar e higiene, como en los sistemas de producción y consumo agrícola, a través de nuestro compromiso en la creación y desarrollo del huerto escolar como recurso académico. En él, este colegio plana alimentos, vegetales de contexto y temporada y totalmente ecológicos y sostenibles, utilizando el sistema de riego por goteo para evitar el derroche de agua. A su vez, el plan de reciclaje de este colegio churriego es también un claro compromiso, tanto para mantener el agua limpia y saneada, como para contribuir a la acción por el clima.

El CEIP El Pradillo también desarrolla anualmente un mercadillo solidario donde venden los alumnos juguetes y libros usados para recaudar una cantidad económica que envían a través de una ONG a proyectos de desarrollo en países del Tercer Mundo. Este año, el dinero recaudado fue destinado a la construcción de una planta potabilizadora en la Amazonia, concretamente en el Alto Numparque de Perú. Allí la población se encuentra en situación de extrema pobreza y hambruna y sin agua potable. Con ello, también conciencian y se comprometen con la reutilización de aquellos bienes de consumo (en este caso, cultural y/o de ocio), dándoles una segunda vida.

Vídeo que ha presentado el CEIP El Pradillo al concurso de Aquona y que se titula ‘La música que nos une al agua’.

Consideraciones narrativas del vídeo.

La historia audiovisual que cuenta gira en torno a la idea de que la vida y el ser humano somos agua. Utilizando un estilo poético-visual, simbólico y metafórico a través de la letra de la canción y de la parte narrada, de la expresión corporal y de las imágenes del ámbito natural y humano pretenden contar que el ser humano es agua, que depende del agua y que debe vivir de forma sostenible con ella y con el resto de elementos naturales del planeta.

El vídeo es un grito de socorro, una llamada a que escuchemos ‘el lamento que susurra el agua’, dotándola con ello, metafóricamente, de vida, puesto que somos agua y somos vida. Ese lamento ‘es una música olvidada’. “Ya no vivimos como nuestros ancestros, quienes se unían entorno a la importancia del agua”, subraya el centro educativo de la localidad.

La música es la voz del agua, como elemento armónico, que simbólicamente representa la unión natural entre ella y nosotros. Esa música es una canción original que han compuesto en el CEIP El Pradillo para la ocasión. En ella, y en el vídeo, una niña representará esa metáfora interpretando con su viola. Ella será quien atraiga de nuevo la atención de la humanidad para que nos guía, individual y grupalmente, y para que volvamos a recuperar el equilibro. En este sentido, renace un nuevo horizonte “del que todos formamos o debemos formar parte porque el agua es desarrollo”, expresa el colegio.

La voz de un niño que narra parte del mensaje ayuda a captar la idea de que, como niños y niñas, pueden conseguir comprometerse, desde su ámbito y posibilidades a conseguir los ODS. “No podemos quedarnos quietos, actuemos ya”. Es en esa parte del vídeo, al final, donde muestran lo importante que es actuar individualmente, como piezas de un dominó que empuja e impulsa a toda la ciudadanía para conseguir los objetivos de desarrollo sostenible que nos proporcionarán ese nuevo y esperanzador horizonte.

Otros símbolos y recursos relevantes que han utilizado en el colegio churriego han sido el uso de una localización a las afueras de nuestra localidad como es una antigua mina romana en la cima de una montaña donde había un pequeño rescoldo de agua de las últimas lluvias. Es ese pequeño charco en la roca madre, el que simboliza el agua ancestral que nos susurra. En él, reflejan la niña de la viola, con su música, porque ella es la voz del agua. A su vez, los horizontes (ODS) desde la montaña, con las nubes (agua) y el sol (luz y guía), representan también esa simbología visual que pretendemos mostrar.

La expresión corporal del alumnado que ha participado es importante. Han representado con movimientos corporales, dramatización y coreografías los distintos conceptos y metáforas: el efecto dominó, no como algo que destruye sino como algo que empuja e impulsa desde lo individual a lo grupal; el niño que se levanta y actúa desde su individualidad y atrae al grupo; la recogida y tenencia de materia (arena) representando la posesión de bienes básicos; el ascenso de la arena (alimentos) que vuelven a sus manos (fin el hambre; incluimos el vídeo que nos enviaron desde Perú para agradecernos la ayuda); las manos que controlan y dosifican el agua que cae de la jarra para crear vida (caen sobre las plantas de nuestro huerto); la sujeción en cadena del riego por goteo en nuestro huerto escolar para simbolizar la acción voluntaria y grupal para controlar nuestro impacto sostenible en el planeta (juego de palabras donde ellos lo sostienen, al igual que la humanidad debe actuar de forma sostenible); los brazos que lanzan los residuos para su reciclaje. Y lo más relevante, un grupo de niños y niñas que se unen para representar con sus cuerpos los logos de los ODS, en un plano del amanecer en el paraje de la Tabla de la Yedra, a 25 kilómetros de Miguelturra, con el cielo y la vegetación reflejada en el agua, de modo simétrico (como el espejo que nos dice que SOMOS AGUA). Allí, el alumnado se incardina y estampa con dichos logos que se superponen con los logos oficiales de los ODS.

El lamento de un agua que pierde su valor por los malos hábitos de la sociedad actual lo representan a través de una jarra con agua limpia que se enturbia y contamina con un líquido negro. Es imagen que aparece al inicio, vuelve a aparecer al final del todo, en dirección inversa, pasando de ser agua impura a agua limpia y pura, tras la unión de los niños y niñas que han decidido seguir y recordar la música olvidada que une la humanidad al agua.

En todo este proceso de elaboración del vídeo, el alumnado, previo trabajo de los contenidos y objetivos de los ODS, han sido conocedores, partícipes y creadores, en parte, de cada uno de los elementos narrativos que han realizado, así como del proceso de montaje del mismo.

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