El jefe del Ejecutivo regional, Emiliano García-Page, ha valorado esta tarde que Castilla-La Mancha sea una región “refugio” donde “hacemos lo que decimos que vamos a hacer y mantenemos un guion”, lo que se traduce en la llegada de numerosas empresas que vienen buscando la “certidumbre y seguridad” que ofrece esta Comunidad Autónoma.
Durante la imposición de la Medalla de Oro de la Orden de la Cámara de Comercio de España y de la Encomienda de la Orden de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Ciudad Real a Mariano León, expresidente de la Cámara de Comercio de Ciudad Real y del Consejo de Cámaras de Comercio de Castilla-La Mancha, un acto celebrado esta tarde en la capital ciudadrealeña, el presidente castellanomanchego ha significado la importancia de la clase empresarial “que ha hecho mucho por este país y por esta región”, ha asegurado.
En su opinión, el empresariado castellanomanchego es “indispensable para una región como ésta”, que consigue avanzar en una sociedad vertebrada y de la mano de un Gobierno regional que “a pesar de tener mayoría, no queremos estar solos en la mayoría, sino estar muy acompañados en todos los objetivos y en todas las metas”.
En este contexto, García-Page ha abogado por huir de los fanatismos porque “lo importante es no arrojar nuestras convicciones como armas al contrario. Se pierden muchas oportunidades cuando uno se deja llevar por el fanatismo absurdo”, ha lamentado el presidente regional.
Asimismo, y tras recordar que en próximas fechas tendrá lugar la firma del ‘Plan Adelante 2024-2027’ que está dotado con cerca de 400 millones de euros -concretamente el próximo 19 de marzo-, el presidente regional ha ensalzado la trayectoria profesional del homenajeado, así como del presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, porque “los grandes liderazgos no surgen de un mar en calma, sino del fuerte oleaje. Sois elementos o medidores para saber dónde están las curvas y no descarrilar”, ha considerado.
Público y privado, dos caras de la misma moneda
En este mismo contexto, García-Page ha manifestado que en Castilla-La Mancha “nos hemos acostumbrado a construir hospitales, institutos, universidades e infraestructuras” de todo tipo con una defensa de la colaboración público-privada y como “dos caras de una misma monera”, pero también sabemos “fabricar estabilidad u ofrecer certidumbre. En definitiva, seguridad, facilidades y hasta cariño”.
Por otro lado, García-Page se ha referido a las graves consecuencias que trajo consigo la crisis económica de 2007, que ha considerado como “el mayor golpe a nuestra autoestima de la época democrática”. Según sus palabras, de esta crisis “nacieron tres graves populismos”, el social y económico, el populismo territorial que ha derivado en el independentismo, “y un tercero que tiene que ver con el ‘no nos representan’, que ha deslegitimado a todo lo que olía a organización. Y no se puede abandonar lo que ha ido funcionando y que nos lleva a decir que tenemos una trayectoria de éxito en los últimos cuarenta años”, ha reclamado.
En este acto, el presidente regional ha estado acompañado por el vicepresidente segundo de la Junta, José Manuel Caballero; la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, la delegada de la Junta en Ciudad Real, Blanca Fernández; y el alcalde de la capital ciudadrealeña, Francisco Cañizares, entre otras autoridades.