Que difícil es decir adiós, y más cuando no quieres marcharte. Que duro es irte de un lugar del que jamás harías las maletas. Que sensación tan agridulce es alcanzar la gloria y justo después tocar fondo. Pero el fútbol al igual que la vida, no es nada justo. Más de 10 años defendiendo sus colores, dejándose la piel en el Estadio Municipal, portando el brazalete con orgullo. Así se despide Juan Manuel Ruíz García, con tristeza y dolor, pero orgulloso de haber dejado a un equipo en tercera. 

En la mañana del lunes, Nene hacía público en su cuenta oficial de Twitter que ya no iba a seguir en las filas del C.D. Miguelturreño, y lo hacía con esta frase: “Punto final. Gracias por todo amiga”. Junto a estas letras, adjuntaba una foto a la que muchos compañeros y amigos han reaccionado. Entre las frases más llamativas hemos podido leer: “Lo mejor que te llevas sin duda es saber que tienes el respeto de todos tus compañeros y sobre todo de tus rivales. Te quiero capitán”. 

Después de un año alejado del fútbol volvías a la que siempre ha sido tu casa, y de que manera. 18 partidos como titular. 18 ocasiones en las que has derramado sangre y sudor en el campo para que tu equipo pueda decir hoy orgulloso y con la voz bien alta que contra todo y contra todos es equipo de Tercera División.

El pasado 23 de mayo, sin saberlo iba a ser su último partido. En casa, con su gente, con sus amigos, jugándose el ascenso, gol tempranero, todos los ingredientes para ser un día inolvidable. Pero como he dicho anteriormente el fútbol es muy caprichoso y aunque el partido acabó en victoria por 4-0 frente al Valdepeñas, la celebración no pudo ser plena. No es la primera lesión que sufre, ya que a lo largo de su carrera deportiva ha tenido que batallar varias veces, y algunas dejándole fuera del verde durante muchos meses. Aunque de todas y cada una de ellas ha logrado salir victorioso. 

Y tras mucho tiempo militando en el “Reño” y llevar con orgullo el nombre de Miguelturra allá por donde has ido toca decir adiós. Nene, la afición está muy orgullosos de ti y está segura de que tardará mucho en encontrar un capitán con tanto coraje como tú. Cada vez que eche la vista atrás y se acuerde del ascenso a Tercera, hablará de ti y dirá: ¡Oh capitán, mi capitán!