En el pensamientos de los cofrades miguelturreños seguramente no estuviera vivir el pasado sábado lo que se vivió en la Parroquia de la Asunción de Miguelturra. Una Exaltación a la Saeta que cumplía un cuarto de siglo y que, por primera vez, se realizaba en la casa de Dios ante los titulares de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad, organizadora de este acto. Una cofradía que, además, celebra este año su 50 aniversario; efeméride que no ha podido comenzar de manera más especial.
Tras sonar ‘La Clámide Púrpura’ de la mano de la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Piedad, el acto comenzaba con la presentación del cartel oficial de este 50 aniversario. Una obra del artista sevillano César Ramírez que lleva el título de ‘Escudo vivo’ y que representa el escudo de la Hermandad a través de sus titulares. «Así, el Santísimo Cristo de la Piedad preside la obra, al igual que el símbolo de la cruz preside vuestro escudo, pero es una cruz de vida donde, a la vez, se representa la muerte de un hombre hecho Dios. Acompañando a este misterio, Nuestra Señora de las Angustias sostiene en su paso al hijo del Amor que ya no respira, con sudarios al viento y penitentes y nazarenos que avanzan en la noche portando las fechas de origen y presente de esta efeméride. No podía faltar María Santísima de la Esperanza, dando testimonio de su símbolo en el escudo y donde, por sus hijos, es llevada en volandas por costaleros, mientras nazarenos y jóvenes como futuros depositarios de nuestra fe caminan también rodeando esa cruz, en cuya base aparece tallada la imagen del Santísimo Niño del Remedio. Y así, como testigos mudos de todo este milagro, tenemos a la luna de madrugada y a la torre de la Parroquia de la Asunción, siempre eternas y presentes en esta maravillosa historia. En este pequeño milagro de vida que hoy se hace realidad para que perdure por muchos años más. Un escudo vivo, para una hermandad viva». De esta manera presentaba el autor su obra.
«Y hasta aquí hemos venido. Hasta este preciso instante, después de 50 años, para celebrar a través de la obra de este humilde pintor este pequeño milagro. Ese sueño que un día un grupo de jóvenes imaginaron y dieron forma allá por 1973 y que perdura vivo hasta nuestros días», comentaba César Ramírez.
Laura García fue la encargada de poner todo su arte en esta Exaltación a la Saeta. Una cantante que, como ella mismo explicó, hace 20 años, «cuando tan solo era una niña», ya participó en este acto. Y no podía faltar en este vigésimo quinto aniversario de la Exaltación a la Saeta. Tres saetas interpretadas de manera espectacular y que pusieron la piel de gallina a un público que abarrotaba los bancos de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción.
A su vez, la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Piedad continuaba intercalando con maestría sus marchas durante el acto. Además de ‘La Clámide Púrpura’, sonaron dos marchas propias: ‘La Cruz de mi Salvación’ y ‘Fue mi Esperanza’. Tras ellas, ‘¡A la Gloria!’, ‘Orando al Padre’ y ‘La Esperanza de María’. Una formación que volvió a exponer el gran nivel musical en el que se encuentran desde hace ya tiempo.
Ana de Toro, Hermana Mayor de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad, mostró su agradecimiento a todos los presentes además de a todos los que habían hecho posible el acto, tanto a la Parroquia y los sacerdotes, como a la Agrupación, a la saetera Laura García y a Juan Luis Huertas, encargado de presentar el acto. No se olvidó de César Ramírez, autor del cartel del 50 aniversario de la Hermandad, de quien quiso destacar que es «un artista en mayúsculas y una gran persona». «Nuestro patrimonio, el patrimonio de esta Hermandad, se ve incrementado con esta obra de arte fruto de tus manos», expuso de Toro.
La Hermana Mayor del Cristo de la Piedad recalcó que «nuestra hermandad está de fiesta por partida doble, con este acto tan longevo en nuestro pueblo y con la celebración del cincuentenario de la hermandad».
El acto finalizó, como no podía ser de otra manera, con la interpretación de la marcha ‘La Saeta’ por parte de la Agrupación que, además, quiso regalar una pieza más a los presentes. Así, con los acordes de ‘Cerca de ti, Señor’, finalizaba el XXV acto de Exaltación a la Saeta.
