El Club de Gimnasia Rítmica Volaverunt de Miguelturra celebró este fin de semana su tradicional exhibición de final de curso, una cita esperada por familiares, amigos y aficionados, que llenaron las gradas del Pabellón Municipal y se rindieron con calurosos aplausos ante el talento de las jóvenes gimnastas.
Alrededor de 50 gimnastas del club miguelturreño, dirigidas por sus entrenadoras Mercedes Calvo y Susana Barrera, ofrecieron un espectáculo cargado de color, ritmo y emoción. A ellas se sumaron una decena de deportistas del Club Tablas de Daimiel, que participaron como invitadas en el evento, estrechando lazos entre ambas escuelas.
La exhibición incluyó actuaciones grupales e individuales, desde las más pequeñas que dan sus primeros pasos en este deporte hasta las gimnastas más veteranas, que mostraron un gran nivel técnico y artístico. El calor del público y las altas temperaturas acompañaron una jornada en la que el tapiz se convirtió en el centro de todas las miradas.
El momento más emotivo llegó al final, cuando el club despidió a dos de sus gimnastas más queridas, Ainhoa López y Manuela Pérez, que se marchan tras años de dedicación a la gimnasia. Ambas recibieron cariñosas palabras, regalos y un abrazo colectivo de sus compañeras y entrenadoras, en un cierre que dejó lágrimas y sonrisas a partes iguales.