Este año será distinto para los vecinos y vecinas de Miguelturra. No habrá máscaras callejeras ni charangas llenando de alegría las calles. No habrá disfraces ni papelillos. Este año, Miguelturra no llorará a la sardina. Ni sonarán chirigotas en el Palacio del Carnaval. Este Domingo de Piñata, nuestras peñas no desfilarán.
Así pues, Laura Arriaga, alcaldesa de Miguelturra, ha querido mandar un mensaje a todos los churriegos y churriegas. Un mensaje de ánimo y aliento, pero también un llamamiento a la responsabilidad.
«Este Carnaval que presume de haber sobrevivido contra viento y marea. De haber superado tiempos de necesidad y de persecución. Este Carnaval que ha superado los embates de crisis económicas y sociales, y que por eso tiene una gran historia y mil historias que contar», comenzaba el mensaje de la alcaldesa.
Arriaga continuaba aludiendo al gran futuro que el Carnaval de Miguelturra tiene por delante «con la marca Carnaval de Miguelturra ‘Conóceme'», con «la declaración del Interés turístico Nacional» y «gracias a la pasión de su pueblo».
«Pero en este año de la pandemia de la Covid-19 que asola al mundo entero, este Carnaval se tiene que quedar en casa, se tiene que prorrogar por causas humanitarias, sociales y sanitarias», continuaba la alcaldesa de Miguelturra.
Es por ello que Laura Arriaga anima a desarrollar «la imaginación, la creatividad y las grandes ideas», ya que este año toca dejar «cerrados los altillos y los baúles» y «dormidas las pelucas, los antifaces y las faldas de la mesa».
«En esta ocasión tenemos que quedarnos en casa, porque amamos nuestro Carnaval y queremos que en el año 2022 no falte nadie y podamos disfrutarlo todos juntos», continuaba la alcaldesa.
«Ese 2022 será una gran explosión de alegría. Pero para eso, en esta ocasión, tenemos que quedarnos todos en casa. Nos vemos en el Carnaval de 2022. ¡Viva el Carnaval de Miguelturra!», concluía Arriaga.
Este viernes 12 de febrero tenía nombre desde hace mucho tiempo: Viernes de Pregón. Probablemente el día más esperado del año para los que disfrutan y viven el carnaval. Pero este año toca ser responsables. Con una tercera ola que todavía no ha finalizado, no hay espacio para la relajación. Solo queda cumplir con las normas para que la situación sanitaria continúe mejorando.