El Hospital General Mancha Centro de Alcázar de San Juan, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha incorporado recientemente a su cartera de servicios la implantación de lentes monofocales de valor añadido o ‘plus’ durante las cirugías de cataratas. A través de la cirugía de cataratas se extrae el cristalino que se encuentra opacificado y que en condiciones normales debe ser transparente para que pueda refractar los rayos de luz que entran en el ojo. Con cataratas, la visión se vuelve borrosa y menos colorida.
La operación consiste en extraer el cristalino opacificado y sustituirlo por un cristalino artificial, que se conoce como lente intraocular. Precisamente, el Hospital General de Tomelloso se convirtió en junio del 2019 en el primer centro hospitalario de Castilla-La Mancha en implantar este tipo de lentes a pacientes intervenidos de cataratas.
Hasta ese momento, las opciones para los pacientes que se operaban de cataratas eran dos: la implantación de lentes intraoculares monofocales, óptimas para la visión lejana pero que obligan al uso de gafas para ver con nitidez de cerca; y las lentes intraoculares multifocales, que permiten una buena visión tanto de cerca como de lejos, aunque pueden desarrollar ciertas alteraciones visuales en determinadas personas (como por ejemplo, visión de halos nocturnos), por lo que se restringían a unos casos muy concretos.
En cambio, las lentes monofocales ‘plus’ permiten una visión óptima desde los 50 centímetros hasta distancias lejanas. Gracias a ellas, el ojo consigue enfocar de lejos y a una distancia intermedia lo que era imposible hasta la fecha con las lentes monofocales tradicionales. Además, estas nuevas lentes tienen una menor pérdida de sensibilidad al contraste y toleran mejor la visión nocturna, ya que presentan un tratamiento en su superficie que minimiza los halos nocturnos.
Según el jefe del Servicio de Oftalmología de los hospitales de Tomelloso y Alcázar de San Juan, el doctor Fernando González del Valle, dependiendo de las patologías de cada paciente se decide por la implantación de una de estas tres lentes. Así González del Valle ha asegurado que “cada lente tiene sus ventajas e inconvenientes. En el caso de las monofocales ‘plus’ permiten mantener un rango de visiones a diferentes distancias, sin empeorar en ningún caso la visión lejana y la calidad visual”.
“Si se implantara a un paciente una lente multifocal o la mejor de las lentes intraoculares disponibles actualmente, nunca podría sustituir el cristalino de una persona joven, que es capaz de enfocar rápidamente cualquier distancia. En este caso, la lente lo consigue de una forma gradual o escalonada, de una manera similar a como lo hacen unas gafas progresivas”, ha explicado el doctor.
Uno de los problemas que tiene el envejecimiento para los seres humanos es que se pierde la capacidad de acomodar la vista a poca distancia y eso se traduce en la necesidad de usar gafas para poder realizar tareas de cerca, algo con lo se está especialmente familiarizado en los últimos años por el masivo uso de dispositivos electrónicos (teléfono móvil y tabletas) que se manejan a la distancia de un brazo.
La mejor tecnología
Eso obliga a que la cirugía de catarata no se limite a quitar la opacidad del cristalino, que impide que la luz entre dentro del globo ocular y que pueda enfocar las imágenes de la retina. El objetivo de los oftalmólogos de los hospitales de Tomelloso y Alcázar de San Juan es también conseguir el mejor resultado refractivo para que el paciente sea lo más autónomo posible después de esta intervención. Antes de la introducción de las lentes intraoculares, los pacientes que eran operados de cataratas necesitaban usar gafas con lentes muy gruesas para suplir la capacidad óptica del cristalino.
“Desde entonces nuestro deber como especialistas es tratar que esas lentes plegables, que se introducen en el ojo por una incisión de 2 milímetros, den respuesta a la mayoría de los problemas refractivos de la mayoría de la población que atendemos en los hospitales de Tomelloso y Alcázar de San Juan”, ha recalcado el jefe del Servicio de Oftalmología. En definitiva, tal y como ha asegurado el doctor González del Valle, se tratar de “ofrecer a nuestros pacientes la mejor tecnología óptica cuando les operamos de cataratas”, algo que cada vez es más habitual gracias a los avances logrados en los últimos años.
Desde hace 20 años en Alcázar de San Juan y 14 en Tomelloso, este Servicio de Oftalmología ha conseguido ser de los pioneros en España en implantar lentes intraoculares tóricas (que corrigen el astigmatismo) durante sus cirugías de cataratas.
“Pretendemos dar a nuestros pacientes un plus de calidad para que su día a día sea mejor y consigan ser más autónomos e independientes. Además, sabemos que un porcentaje considerable de las caídas en personas de edad avanzada se relacionan con una mala función visual. Así que apostar por este tipo de lentes supone, también, evitar en muchos casos otros problemas de salud”, ha concluido el doctor González del Valle.