Los alumnos y alumnas del programa de recualificación y reciclaje profesional en torno a la soldadura con electrodo revestido y TIG dejan su sello en la localidad. En concreto, han realizado un cartel con las letras ‘MIGUELTURRA’, que ya puede verse en la rotonda situada en la entrada de la localidad desde Pozuelo y Almagro, al inicio de la Avenida de Europa.
Un curso que ha durado seis meses entre la parte teórica y la práctica y que ha contado con ocho alumnos: dos hombres y seis mujeres. «Algo que es relevante, ya que es un curso de soldadura y parece ser que es un oficio más masculinizado, y sin embargo la aceptación, en este caso, ha sido al contrario», explicaba José Antonio López, docente del curso, que afirmaba también que el programa «se ha desarrollado bastante bien» y ha contado con «un grupo trabajador y a las pruebas me remito». La idea de realizar estas letras surgió «entre todos» con el objetivo de «dejar un granito de arena gracias a este curso», explica el monitor del taller de soldadura.
El alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, ha resaltado que «este es uno de los puntos por los que circula la gente que pasa por Miguelturra y también que viene a Miguelturra» por lo que «era importante que tuviéramos esa visibilidad». Mohíno ha resaltado que en la rotonda de entrada al municipio desde Ciudad Real «ya existe ese homenaje a nuestro pueblo con el nombre puesto con arbustos», aunque «sólo se ve desde arriba». Así, con este nuevo cartel, «pensábamos que podía ser también una buena manera de publicitarnos».
Con este acto, se ha querido «poner en valor y dar el agradecimiento a este taller de recualificación de soldadura que ha estado prestando su servicio y que ha estado trabajando, porque lo que han hecho es trabajar y aprender al mismo tiempo en nuestro municipio durante estos últimos seis meses», explicaba Mohíno. Un trabajo que «va a quedar para la posteridad» y que será recordado «por todos los miguelturreños cuando llegan a su pueblo y también por los hombres y mujeres que han trabajado en este taller de recualificación».
Los talleres de recualificación profesional son «un proyecto que el año que viene va a tener su continuidad», aunque en esta ocasión «no va a ser de soldadura» sino que será «un programa de recualificación de albañilería». Mohíno concluía afirmando que «estamos muy contentos de que Miguelturra siga creciendo y sigamos dando esa oportunidad a la gente que quiera formarse y cambiar de sector profesional».
Por último, Miguel Ángel García, concejal de Promoción Económica y Empleo, ha puesto en valor estos cursos ‘recual’, «como le llamamos nosotros», que comenzaron «en el año 2016 durante la legislatura de Victoria Sobrino y Miguel Fernández como concejal», algo que el edil ha querido reconocer. Así, aunque «la clausura formal se realizó el mismo 31 de octubre«, este acto es «la guinda del pastel». Y es que «en los cursos ‘recual’ los alumnos desarrollan un aprendizaje y luego lo ponen en práctica».
En esta ocasión, «por parte del colectivo de personas que han formado parte de este taller ‘recual’, desde el monitor hasta los alumnos, se dijo que querían hacer algo más» para «dejar su huella en el pueblo». «Y se nos ocurrió conjuntamente utilizar una rotonda de las que teníamos un poco ‘desvestida’ y ponerle la marca y la imagen de Miguelturra, de modo que queda para la posteridad y cualquier persona que venga desde Almagro y Pozuelo y entre por la zona este de Miguelturra pueda encontrarse el nombre de la población», explica García.
«Es un reflejo del trabajo bien hecho. Un reflejo de que la formación que hacen estos alumnos, primero es en beneficio propio, pero sin embargo también redunda en la localidad. Estamos muy satisfechos y me consta que ellos también», exponía el concejal, que al igual que el alcalde ha querido resaltar que «para el año que viene ya está programado un taller distinto, de albañilería, con el que también trataremos de dejar alguna figura».
Estos cursos de recualificación sirven para abrirles a los alumnos una nueva puerta al mercado laboral. «Es la finalidad fundamental: aprender un oficio en un plazo de seis meses, que a lo mejor puede quedarse corto. Ya lo hemos ido hablando durante el año de que si pudiese alargarse sería algo ideal para todos, tanto para los alumnos como para la propia sociedad», afirma el edil, que ha recalcado el hecho de que hayan participado dos hombres y seis mujeres, ya que la soldadura «es un sector muy masculinizado y sin embargo seis mujeres han participado en el mismo».
Miguel Ángel García ha concluido recalcando que «cualquier formación para el empleo lo que tiene que conseguir es que luego el empleo se haga realidad y que ellos, con la formación que han conseguido aquí durante estos seis meses, pueda llamar a la puerta de cualquier empresa y empezar a trabajar como si llevasen mucho tiempo trabajando en el sector».