La pedanía de Peralvillo celebró este fin de semana sus fiestas en honor de la Virgen Blanca, con un variado programa de actividades organizadas por el Ayuntamiento y la Asociación de Vecinos y Vecinas de Peralvillo, y tras dos años de suspensión por la pandemia.

El viernes 5 de agosto tuvo lugar la recuperación de una tradición que mantenía el vecindario de Peralvillo, y que no es otra que la proyección de cine de verano. Con la colaboración de Cinefórum de Miguelturra se realizó la proyección de la película ‘El inconveniente’, que resultó del deleite de los espectadores asistentes. Todo ello en un marco estupendo, con las estrellas brillando como nunca en el cielo y una temperatura muy fresquita.

El sábado fue un día repleto de actividades, que comenzó con la degustación de un exquisito chocolate con churros que ofreció la Asociación de Cazadores de Peralvillo; a mediodía, se ofreció una comida de hermandad, elaborada por diversas participantes de la Asociación de Vecinos y Vecinas de dicha pedanía.

Ya por la tarde, se celebraron campeonatos de juegos de mesa y dardos, finalizando esta jornada con una representación teatral delante de la puerta de la Ermita, que sirvió de marco idóneo para representar la obra ‘Ganas de reír’, a cargo del grupo Pros Zenia Teatro.

Como viene siendo tradicional en estas fiestas, el domingo, 7 de agosto tuvo lugar la procesión con la imagen de la Virgen Blanca por las calles de la pedanía, acompañada de la Banda Sinfónica de Música de Miguelturra. Tras la procesión los asistentes disfrutaron de «limoná y puñao», lo que puso punto y final a las actividades.

Por parte de la Asociación de Vecinos y Vecinas de Peralvillo, presidida por Fide Asensio Martín de Lucía, quien se ha volcado en dichas Fiestas para que éstas sean todo un éxito de organización y participación, se quiere felicitar a todos los que han contribuido a dar esplendor a todas las actividades programadas. Sin olvidar a David Muñoz, colaborador del Ayuntamiento de Miguelturra, siempre atento a las necesidades de la pedanía.

Lamentar, sin embargo, que no se pudiera celebrar la misa programada en honor de la patrona, la Virgen Blanca, por ausencia del sacerdote.